El inexplicable regusto de desestabilizar a los concursantes
No me explico cómo alguien puede disfrutar desestabilizando a un concursante de este reality que lleva casi cuatro meses aislado, sin apenas información del exterior y pasando las privaciones de una vida precaria. Más delgados de lo que nunca se han visto muchos de ellos y con esa mirada algo perdida tan característica (mejor demostración posible de lo dura que es la experiencia). Ya sé que los concursantes deben rendir cuentas de su paso por los cayos Cochinos y que muchas veces lo deben hacer al poco de volver, con poca información y todavía en fase de adaptación a lo que era su vida normal. Pero me cuesta entender tanto las amargas quejas de Isa Pantoja a su primo Manuel Cortés como lo que anoche hizo Raquel Mosquera con Jonan.
Es peor lo de Mosquera porque denota justo lo contrario que ella dice de sí misma. Afirma que no es rencorosa y saca cosas que son peccata minuta, demostrando no tener ninguna intención de acercar posturas. Ya sabemos quién es y cómo se las gasta Raquel Mosquera. Se equivoca Jonan al considerarla icónica, pero se lo respeto. Yo creo que tiene la sensibilidad prendida de sus extensiones y la mirada tan turbia como estaban anoche sus gafas, que ya podía haberlas limpiado para salir por la televisión. Ni siquiera ablandó su corazón ver a Jonan llorar. Es vengativa y desalmada. Tenía que decirlo, era esto o reventar, ya tú sabes.
De entra las visitas de familiares o defensores de los concursantes solo Isa Pantoja fue a desestabilizar a Manuel. Ya sé que ella no fue a eso, ni siquiera sabía que iban a enfrentarlos en el segundo día de participación en el programa durante su estancia en Honduras. Nada de eso es excusa ni significa nada en realidad. ¿No sabía que vería a Manuel? ¿Y qué? Si la cosa es que cuando se entera y está a su lado en directo y en prime time, en lugar de dar ánimos a su primo para seguir soportando una experiencia tan dura, optó por desestabilizarlo.
Isa contestaría que no desestabilizó a su primo, pero ya lo creo que lo hizo, y de muy mala manera. Por ejemplo, sugiriendo que el programa estaba mostrando imágenes que le dejaban en mal lugar, lo cual yo no he visto. Y como yo está mucha gente. No me creo que a Isa Pantoja le muestre el programa algo que no ha visto nadie más, por lo que solo cabe decir que estaba mintiendo. Si desestabilizar a un concursante es algo rechazable no digo nada respecto a hacerlo echando mano de mentiras, falsedades y manipulaciones de la realidad. El drama máximo en el que la novia de Asraf ha convertido el concurso de este se puede entender como su forma de defenderle ante la opinión pública, en ningún caso para exhibirlo ante otros concursantes que lo están viviendo allí y saben diferenciar lo que es de lo que no es. ¡A otro perro con ese hueso!
Ningún otro familiar se portó así con nadie. Raquel Bollo fue cariñosa y respetuosa con Asraf, sin trasladarle queja alguna ni pretender saldar cuentas de sus hijos con él. Lo mismo pasó con Elena Rodríguez, madre de Adara, que abrazó cariñosamente a Asraf la misma semana que se había distanciado de él su hija. Y podría seguir enumerando visitas, de Pocholo al hijo de Arelys. Tratando a todos los concursantes con extrema delicadeza, conocedores de lo mal que pueden pasarlo si les dicen cualquier cosa.
El concursante queda descolocado y en inferioridad de condiciones cuando alguien que viene de fuera lo desestabiliza. Ni que fuera su primo, incluso no siéndolo es inexplicable lo que hizo Isa y apenas fue censurado. Cuando llega una visita y le pide explicaciones a un concursante lo está desestabilizando. Pero también está bastardeando el concurso, apartándolo de lo que debe ser. A Mosquera no se le puede acusar de nada porque en el planteamiento estaba implícito que la cosa terminase bien (como fue con Adara y Diego) o mal. Curiosamente, la colaboradora que reclamaba dureza a Mosquera y Diego mientras abandonaban el plató para dirigirse a la finca donde se encuentran los finalistas durante toda la semana es la misma que luego criticaba a Mosquera por su actitud.
Aunque ya estén haciendo una vida mucho más cómoda, con sus comidas normales, poco a poco más abundantes y durmiendo en cama, el concurso todavía no ha acabado y los finalistas todavía no han podido ver imágenes ni leer redes sociales. Mosquera se pone frente a Jonan en una evidente posición de privilegio respecto a él. Cada disparo suyo es recibido por su contrincante como una ráfaga y en su conjunto resulta una tralla insoportable. Jonan ha hecho reír a sus compañeras, teniendo una actitud siempre positiva y alegre. Llegué a destacar que no hablaría mal de nadie porque es algo que odia profundamente. Esto fue así hasta que tuvo una crisis importante que terminó con un intento de abandono. Abandonó en realidad y solo una llamada milagrosa de sus amigos hizo que volviera al juego inesperadamente. Su carácter se había agriado, todo y todos (menos sus más afines) le molestaban.
A ver si nos van a contar lo que ha pasado aquellos que menos tiempo han pasado allí. Raquel Mosquera, que estuvo cinco semanas o Artur Dainese, que estuvo casi dos meses apartado, con la única compañía de Jaime. Cuando Artur se reincorpora al grupo ha pasado mucho tiempo y se ha perdido muchas cosas. Que ahora salga diciendo, contra el testimonio de todos los demás concursantes, que Asraf no hace unas cosas delante de las cámaras diferente a lo que hace detrás de ellas.
En realidad, lo que se ha dicho es que Asraf cambia cuando ve una cámara delante y se muestra más activo. Son cosas concretas, como ponerse a barrer la playa, subir a por leña y esperar a que se acerquen las cámaras para empezar a tirar ramas recopiladas por él y lo dejó a la espera de su momento, o con todos dormidos decir en voz alta: “Bueno, chicos, yo me voy a pescar, ¿alguien más se viene?”. Esta última es grandiosa porque es muy fácil que sea un corte a incluir en un resumen, pasando inadvertido que no había nadie despierto en ese momento. ¿Qué Artur no presenció ninguna de estas escenas? Claro que no, estaba con Jaime en playa Olvidados.
Ya expliqué aquí porque no suelo hablar del puente de las emociones, pero el de Asraf precisamente es el más comentable de todos. Aunque para algunos sirva de argumento para criticarlo, a mí me parece fantástico que optase por centrarse en las emociones surgidas en el propio concurso, sin hablar de su historia personal, dramas familiares o similar. Esperaba que alguien hiciera esto y ese ha sido Asraf, así que minipunto para él. Lo que no entendí bien es eso de que su ilusión era ganar este concurso. Hombre, lo normal es que tuviera ilusión por participar, lo cual se retrasó por determinadas razones. Esto es como el póker: jugar está muy bien, lo que debe ser ya la pera es ganar.
Estoy viendo mucha rabia expresada en redes sociales por el hecho de que Adara lograse ser líder el jueves pasado y, por tanto, finalista indiscutible. Su paso directo a la gala final, sin temor a quedarse a las puertas al comienzo de la misma no es algo regalado, sino que se lo trabajó en dos complicadas pruebas, la del candelabro contra Bosco y la apnea contra Asraf, los dos nominados de esta semana. De todas formas, Adara no hubiera quedado nominada esa noche en ningún caso. Esto es debido a las siguientes circunstancias: la especial relación que ha tenido con Jonan desde que coincidieron en la misma playa; lo vivido junto a Asraf, desbaratado estas últimas semanas (pero igualmente intenso), y que Bosco haya confesado a punto de sonar la campana que le gusta Adara hasta el punto de plantearse tener algo juntos. Ninguno de los tres hubiera nominado a Adara teniendo otra opción más fácil, ni siendo líder ni sin serlo. Lo siento por todos aquellos que están disgustados porque esté en la final. Les acompaño en el sentimiento. Fin.
El gato en vídeo
En esta semana final entregaremos los Premios Tortuga, pero antes recuperamos un momentazo no nominado para responder una de las acusaciones de Raquel Mosquera a Jonan. Además, la penúltima tanda de nominados a los Premios que empezaremos a dar este miércoles.