No creen que Asraf y Artur hayan decidido colaborar en lugar de desertar
El pirata Morgan lleva unos días “muy pirata”, como él mismo afirma en uno de esos pergaminos quemados por los lados que utiliza para comunicarse con los supervivientes. Primero propuso un reto que iría para los dos concursantes de los que más orgullosos estuviera el grupo. Cada uno debía elegir a dos compañeros y los más votados fueron Jonan y Adara, como ya conté ayer. Los ganadores fueron mencionados por cuatro de sus compañeros, Alma por dos, mientras Artur y Bosco eran elegidos por solo un compañero. Nadie mencionó a Asraf, que sí dijo a Adara en segundo lugar. Las votaciones fueron así en su detalle:
Bosco > Artur y Adara
Asraf > Jonan y Adara
Artur > Bosco y Jonan
Alma > Jonan y Adara
Adara > Jonan y Alma
Jonan > Alma y Adara
Jonan y Adara no tenían opción de compartir con el resto en qué consistían los tres retos que les plantearon durante el día. Estos eran lograr que todos dijesen la palabra “coco”, que cuatro concursantes cantasen (incluidos ellos dos) y ponerse ropa de sus compañeros (lo cual aprovecharon para hacer un poco de humor con imitaciones de valor discutible). Al volver de conocer el primer reto se inventaron una prueba de bucear para coger unos cocos. El objetivo era facilitar que dijeran la palabra clave, pero no se dieron cuenta de la desconfianza que eso causaría en el grupo porque Adara traía el pelo demasiado seco para haber tenido que bucear.
Esa desconfianza les hizo dudar hasta el final de la mecánica del reto, hasta el punto de no celebrar que lo superasen y tuviesen su recompensa. No solo evitaron celebrarlo, también miraron mal a los ganadores Jonan y Adara. Además, la desconfianza seguía al día siguiente, cuando el “muy pirata” Morgan planteaba un segundo reto, en este caso dirigido a los dos mejores pescadores que habitan en la actualidad playa Coco. Manu ya no está en el juego y Raquel anda a 15 metros de ellos, esperando que llegue el jueves para ver qué pasa con su concurso, aunque ya le digo yo que ganará el voto express al que se enfrentará con el expulsado de la noche.
Manuel y Raquel eran los dos mejores pescadores con bastante diferencia sobre el resto. Tras ellos, Asraf y Artur son quienes más capturas llevan hasta ahora. Y estos debían decidir cómo gestionaban el reto de la pesca. Tendrían tres horas para pescar. Si no le comunicaban nada a sus compañeros se llevarían la recompensa, pero también podían ganárselo de forma legal, avisándoles para que les disputaran ese premio. En tal caso, se llevaría la recompensa el grupo que más hubiera pescado. La ventaja numérica del grupo era compensada con la habilidad para pescar acreditada por unos y otros.
Artur fue partidario inicialmente de no decirles nada y empezar ya a pescar. Cambió de opinión a propuesta de Asraf, partidario de colaborar en lugar de desertar. Así lo hicieron, pero no les llegaron a creer nunca. Se pensaron que Asraf y Artur ganarían la recompensa si lograban que ellos se unieran a la pesca. Esa fue una de las razones por las que no lo hicieron. También porque les apetecía muy poco jugar, más estando la mar rizada. Disfrutaron pensando que la recompensa era de ellos al haberles pillado en un engaño que no era tal. Al menos esta vez el grupo sí celebró la recompensa que lograron sus compañeros y se tomaron con humor la situación, el mismo que habían tenido todo el rato.
El grupo desconfió porque no contemplaba la posibilidad de que sus compañeros evitasen la traición en lugar de competir sin contar con ellos para nada. Era una opción remota en la que nunca confiaron. Lo interesante del juego es que ninguno de los dos grupos sabe qué decisión iban a tomar los otros, igual que sucede en el famoso dilema del prisionero. Como he hablado muchas veces de este juego (la primera vez en 2006, ahí es nada) no volveré a detallarlo. Hay infinidad de fuentes donde se puede consultar. El caso es que el dilema del prisionero gira en torno a una idea: ninguno de los dos prisioneros sabe qué decisión va a tomar el compañero.
Como hemos visto en tantas y tantas películas, da igual que se hayan puesto de acuerdo previamente, la duda siempre planeará sobre la conciencia de los detenidos. El dilema lleva, por tanto, a cooperar o desertar. Es decir, o cooperar con su cómplice y callar, o desertar traicionando al otro. Según dice Eduard Punset en su libro ‘El viaje a la felicidad’: “En la vida corriente la gente suele pensar que el resultado obtenido es fruto del esfuerzo individual y, como mucho, de la suerte. Pero la historia de la evolución muestra que tanto nosotros como el resto de los animales, estamos inmersos en un ‘juego’ en el que, por más que nos empeñemos en lo contrario, el resultado está supeditado al comportamiento de los demás. El premio anhelado puede ser codiciado por otro con el mismo ahínco pero más suerte. El final del proceso no solo depende de uno mismo, sino también de lo que haga el otro y, para complicar más las cosas (esa suele ser una de las constricciones de la vida) no se pueden controlar las decisiones del socio o adversario”.
Asraf y Artur tomaron la decisión de colaborar compartiendo con el grupo las condiciones del reto para así darles la oportunidad de competir en buena lid, pero estos no lo aprovecharon dando por seguro que se trataba de una trampa. La decisión de colaborar para competir de forma justa para todos se toma con más facilidad cuando se tiene cierta seguridad de ganar la competición. Asraf y Artur capturaron siete peces en las tres horas del reto, lo cual no parece probable que consiguieran sus compañeros. Ese puede ser también el motivo por el que estos ni siquiera se plantearon competir, reforzando su firme convicción de que en lugar de colaborar les estaban engañando para asegurar la recompensa. Ya lo dijo Alma: “No he pescado nunca cuando nos han puesto un reto de pescar”.
Ya se han enfrentado al dilema entre colaborar o competir y esta noche se les plateará otro dilema consistente en mostrar a qué están dispuestos a renunciar. Lo harán en ‘La mesa de las tentaciones’, que es ya mítica. Por resumir, digamos que puede terminar alguien la noche con menos pelo. Mucho menos pelo. También tendremos una nueva salvación, de la que casi seguro dejará de estar en peligro Asraf y la semifinal de la prueba de líder. Todo eso además de ver otra nueva discusión de Adara y Asraf o un clásico del reality: Artur escondiendo comida de la dotación común. ¿Pueden ser ya las diez de la noche, por favor?
El gato en vídeo
Las conjeturas, nada alejadas de la realidad, que hacen Bosco y Artur sobre Raquel y la manera que estos mismos concursantes han naturalizado las cangrejadas nocturnas no grupales son argumentos del Moleskine del gato hoy. ¡Y hemos superado ya los 100 momentazos en los más de 60 vídeos que llevamos en la edición!