Hasta ahora conocíamos a un Asraf pendenciero, amigo de las riñas y el conflicto. En el convencimiento de que a río revuelto ganancia de pescadores, el segundo mejor pescador de la edición (a mucha distancia de Manuel, que está a punto de superar las 100 capturas si no lo ha hecho ya) tira la caña y espera a ver si alguno de sus compañeros pica. Es como esos ornitólogos que para atrapar una gaviota o una lavandera solamente ponen un palito en el suelo y esperan que el ave se suba. Entonces tiran del palito y ya la tienen. Asraf es especialista en poner el palito, pero a sus compañeros. Y también he de decir que los demás son tan torpes que se suben una y otra vez.
Debería aprender Asraf otros principios de la ornitología. Por ejemplo que a un pajarito hay que cogerlo ejerciendo la presión justa, ni tan flojo que se escape, ni tan fuerte que lo asfixiemos. Asraf es de esas personas que no conocen los límites y termina tirando tanto de la cuerda que esta se termina rompiendo. O, completando el símil, aprieta tanto que termina asfixiando la convivencia a su alrededor. Vi a Jonan, Bosco o Ginés disfrutando más de la barbacoa que habían ganado en una prueba que ese Asraf intentando controlarlo todo y contagiando a los demás su estrés y nerviosismo. Asraf exagera su reacción ante todo aquello que le perjudica, claramente convencido de que amplificando su desgracia se ganará más y mejor el favor de la audiencia. El riesgo es ser descubierto, lo cual ha pasado hace semanas.
Ya sabíamos todo esto que digo, pero ahora hemos descubierto que Asraf también es dado al rencor, el resentimiento y la venganza. Quienes claman por las injusticias cometidas contra él y nos acusan de tratar con saña e inquina a este concursante, no se dan cuenta de que él es un maestro del encono, la aversión y la ojeriza. Su respuesta a esa sensación de que el universo está en su contra es repartir venganza con clara malevolencia. Eso hizo anoche dejando sin comer a Artur. Además, cerraba el círculo con lo sucedido la semana anterior. Entonces Adara le dejaba sin recompensa a él, ahora es él quien castiga a otro compañero, en este caso Artur.
Asraf repetía que su decisión era una respuesta a que Artur le dijese que era su principal enemigo, pero realmente dijo que era tan solo la persona con quien peor se lleva. La formulación de la pregunta le obligaba a nombrar a su peor enemigo en el concurso. Poniendo un poco de algodón de azúcar (que es lo que lleva ahora) a la respuesta, Artur aclaraba que "no tengo enemigos aquí", pero elegía a Asraf por ser con quién más veces discutió. Asraf no nominó a Artur y en su lugar dio el nombre de Raquel. Eso sí, se equivocó en las razones de su nominación al explicar que: “no puedo nominar a Ginés porque está expulsado y con Manuel hemos llegado a una tregua”. A ver, a Manuel no le podría haber nominado porque, con tregua o sin ella, es el líder de la semana.
Veremos si la cadena se rompe aquí o sigue. Adara lo hizo con Asraf la semana pasada y este ayer con Artur. Este tendría que elegir a quien arrebatar la posibilidad de comer. Por lo pronto, Asraf echó anoche un manchón importante en su imagen por su comportamiento cruel con un compañero. Todo se perdona en un reality menos perjudicar a los demás de manera gratuita. Y todos aquellos que justifican a Asraf por lo mal que se han portado sus compañeros con él, deberían pararse a pensar si es justo que se tome la justicia por su mano y contra Artur, que no ha estado presente hasta su incorporación siete días antes.
De manera que como fulano, mengano y zutano me han tratado mal yo me vengo contra un cuarto personaje que, para más inri, se trata de un recién llegado. Algunos tienen un concepto de la justicia muy extraño. Justicia divina es lo que algunos pensarán que sucedió cuando el expulsado decía su última palabra. Ginés fue el primero en abandonar la palapa y volver directamente a Madrid, sin pasar más tragos que el dilema sobre si deseaba hablar con su hija o su novia Yaiza. Decidió darle la ventaja a Raquel y el lastre a Asraf. Eligió el cofre que tenía más a mano y contenía el lastre. Asraf parecía estar condenado de nuevo a salir a la palestra porque era vetado para la prueba de líder. Es uno de los lastres más duros que han salido hasta el momento. Pero anoche no era el momento de Asraf, como contaré un poco más adelante en el Observatorio de nominaciones.
La expulsión de Ginés resolvía uno de los momentos más comprometidos, tal vez el primero en que todos los candidatos a ser expulsados eran primeros espadas de la supervivencia y grandes protagonistas durante los últimos 70 días. Ginés ha sobrevivido todo ese tiempo con fobia al agua e importantes limitaciones por su físico. A su favor que nunca se plantease abandonar. Tristemente, su concurso se complicó enormemente cuando empezaron a aparecer las personas de su entorno. En Honduras su exmujer, su hija y su pareja, que se quedó tres semanas. Y aquí fuera un tumulto de familiares y conocidos, cada cual con peores intenciones y muchas ganas de tener su minuto de gloria en televisión. Yaiza pasó por el concurso como un tifón que se lleva todo a su paso, aunque Ginés hubiera sido expulsado igualmente si no hubiéramos sabido nada de su pareja oficial. No es el momento para alguien que dice: “Las mujeres están más protegidas que el lince ibérico”.
El machismo que rezuma la frase de marras de Ginés se entiende en un contexto de una vida rural y poco letrada, con evidente necesidad de actualizar sus códigos en cuanto al papel de hombres y mujeres ante la sociedad. Menos se explica que Jaime insista en deslizar la palabra “mujer” en dos de cada tres ofensas a Adara. Desconfío de quien afirma “yo no soy machista”, pero más si antes ha demostrado ese tic del que hablo, tan difícil de justificar. En la afirmación “das vergüenza como mujer” sobra el “como mujer”. Y en “mujer de pacotilla” sobra todo. No estuvo bien Adara en la discusión, pero mucho peor estuvo Jaime. Su tardanza a la hora de pedir disculpas demuestra una clara dificultad para valorar lo que significa que en sus ofensas se interese en señalar la condición de mujer de su oponente.
La prueba de líder fue disputada en sus minutos finales, muy próximos al inicio, por Raquel, Alma y Manuel, ganando el collar de líder este último. Quedarían nominados cuatro concursantes, tres por el grupo y uno directo elegido por el líder.
Las nominaciones discurrieron así:
Jonan > Jaime
Adara > Jaime
Alma > Bosco
Jaime > Adara
Raquel > Jonan
Artur > Jonan
Asraf > Raquel
Bosco > Asraf
El líder Manuel tuvo que deshacer el empate entre cuatro concursantes, nada menos. El grupo nominó a Jaime y Jonan dándoles dos puntos a cada uno y otro punto se llevaron Bosco, Adara, Raquel y Asraf. Manuel decidió salvar a todos menos a Bosco, que había sido nominado por su hermana con el razonable objetivo de que saliera por primera vez a la palestra. El nominado de Manuel fue Artur.
Por tanto, nominados de la semana: Artur, Bosco, Jaime y Jonan. No se produjo una nominación masiva a Artur y Jaime por ser nuevos en el grupo, pero cayó este último por sus formas en la discusión con Adara. Y Artur por el voto directo del líder. Jonan volvió a salir a la palestra por su torpeza de anunciar el martes que nominaría ayer a Raquel. Por eso recibió de esta concursante el voto que le metió en la lista de nominados. Y resulta que él le había dado el suyo a Jaime.
Artur esperó a que nominara Raquel para escribir el nombre de su nominado. En lugar de poner Asraf escribió Jonan, igual que su compañera. Creo que perseguía salvarse, para lo cual es buena estrategia asegurarse que un compañero tiene dos votos. Deberían haber evitado que se copiase. Asraf se hizo el sorprendido por no salir nominado cuando habían estado hablando de lo absurdo que sería volver a nominarlo sabiendo que se salvaría el martes. Por eso supongo que nadie lo nombró. Personalmente sigo confianza que termine cayendo en algún momento, como la fruta madura.
No podía dejar de llevar al Moleskine del gato el momentazo de la noche, con Asraf dejando sin comer cocido a Artur, así como la transformación de Bosco nominando anoche. Y más momentazos para cerrar la semana.