Cuando se intenta llevar el reality preparado de casa

telecinco.es 08/05/2023 10:00

Comete un error el concursante que lleva el reality preparado de casa. Mayor error aun si piensa que eso puede funcionar alguna vez. Las alianzas hay que establecerlas dentro del concurso y no previamente. Incluso es bueno considerar que ninguna alianza tiene que ser obligatoriamente duradera. Raquel Arias tuvo que decidir desempatar entre Manuel y Bosco al ser líder y quedar ambos concursantes igualados a votos. Su elección fue sacar de la nominación a Bosco en lugar de a su amigo Manuel. Porque sí, efectivamente, Raquel y Manuel eran amigos antes de ser elegidos para concursar en Supervivientes 2023.

No solo eran amigos Raquel y Manuel, sino que comparten representante y antes de empezar esta aventura llegaron a un pacto de no agresión nominatoria. Es decir, tú no me nominas a mí y yo no te nominaré a ti. No están pensando en momentos diferentes de concurso. Con este planteamiento perseguían estar a salvo para uno de sus compañeros. De forma que Manuel se aseguraba de partida no ser nominado por su hermana Alma y su amiga Raquel, lo cual es una ventaja evidente en el juego, en parte compartida con la otra protagonista de la situación. ¿De verdad pensaban que iban a mantener ese pacto?

Al parecer, reconfirmaron el pacto la semana pasada y a instancias de Raquel. Es la típica maniobra para salvarse de la nominación. Raquel necesitaba estar segura de que se salvaría a buen seguro, para lo cual era importante confirmar que Manuel no pronunciaría su nombre, ni Alma tampoco. Imposible defender que un concursante traicione a un compañero por cambiar de idea y no mantener un pacto de no agresión. Raquel está en su derecho de cambiar de opinión y desdecirse, pero el sentido común indica que en tal caso tendría que haber trasladado su nueva estrategia a Manuel. De otra forma está jugando con ventaja, porque se sigue asegurando que Manuel no la nominará (fiel a sus pactos), pero ella decide ponerlo en la picota desempatando en su contra.

Raquel tendría que haber avisado si quería romper el pacto por no estar dispuesta a poner en peligro a Bosco, prefiriendo la salvación de este a la de Manuel. Como no lo hizo tendría que haber dejado nominado a Bosco esta vez. Aunque, vuelvo a repetir la conclusión con la que iniciaba este escrito: es preferible no hacer pactos previos, lo cual supone llevar el programa preparado de casa sin saber nada de lo que pasará una vez hayan transcurrido más de dos meses de concurso. Es como si decidimos cuál será nuestro vigésimo movimiento antes de empezar una partida de ajedrez. Pues depende de cómo esté el juego, la estrategia y suerte del contrario. Y también los movimientos propios anteriores.

Es lícito pactar al ser un reality en el que se conocen los concursantes desde antes de su comienzo. No creo que deban impedir que lo hagan, ni nada por el estilo. Simplemente es un error del que nadie sale ganando. Algo parecido le está pasando a Adara. Posiblemente también a Artur, aunque en su caso aún tengo dudas. Si el romance entre Manuel y Katerina parecía más forzado que Yaiza siendo amable, ese tonteo que vimos anoche entre Adara y Artur no tiene mayores visos de realidad. Es algo cocinado fuera y que las circunstancias del juego han obligado a tener guardado en el congelador tanto tiempo que debe costar desentumecerlo y volver a darle vida.

El posible romance entre Artur y Adara es ahora menos creíble que al comienzo del concurso, si eso fuera posible. Ya contó su madre en un Deluxe que Adara había afirmado antes de salir hacia Honduras que Artur era el único chico de su gusto. No sé si en este caso lo hablaron previamente, pero al menos sabemos que estaba en la cabeza de Adara. Y, por la actitud vista en Artur desde el jueves, no me extrañaría que estuviera planeado. La formación de los grupos y la temprana expulsión del ucraniano malograron un posible romance que ahora recuperan.

Lo poco que han esperado para iniciar el tonteo es la razón principal por la cual dudo de la naturalidad y falta de previsión de esta trama. Fíjense si debían tener los pasos a dar previstos que en apenas un par de días ya están escenificando un tonteo más propio de niños de colegio de primaria. Aunque bien pensado, mejor están así que sin hacer nada, así que demos la bienvenida a este nuevo reto. Gracias a esto puede que nos podamos olvidar en algún momento de determinado concursante al que llevo días intentando dejar sin nombrar al menos un día, sin haberme sido materialmente posible hacerlo.

Si hubiera sido expulsado anoche Jaime estaría seguro de que era por su floja personalidad y de ser Artur por cierto egoísmo que ha mostrado en su prolongada estancia de casi 50 días en playa Olvidada, y también es cierto que no le beneficia su origen o ser el más desconocido de todos los concursantes en esta edición. Pero la audiencia ha decidido no dar una segunda oportunidad a Diego, uno de los firmantes de ese pacto de silencio, posiblemente improvisado, a favor de Yaiza. El pacto de la vergüenza, que ya se ha cobrado a la propia Yaiza como víctima.

Tengo claro que cualquiera de sus compañeros merecía más conservar la plaza de concursante que Diego. Este tiene el convencimiento absoluto de que su lealtad mal entendida hacia Ginés, hecha extensiva a Yaiza, es lo que le ha puesto en la calle. No se equivoca mucho, pero hasta ese momento no era tampoco un concursante muy apreciado. Le ha faltado decisión para enfrentarse de verdad a sus oponentes, y cuando lo ha hecho prefirió a Adara en lugar de Asraf. No sé si le ha faltado valentía o ganas, pero lo suyo ha terminado siendo un quiero y no puedo, algo que no tiene un buen apoyo ni una firme defensa.

En realidad, ninguno de los componentes del grupo que podríamos llamar anti-Asraf ha mostrado la decisión, o el arrojo, suficiente para hacer frente a su enemigo y demostrar que la razón está de su parte. Se dice en ‘El arte de la guerra’, libro que se supone data del siglo VI antes de Cristo, que: “No hay mejor defensa que un buen ataque”. En un reality se penaliza la pasividad o falta de iniciativa, que es lo contrario a defenderse, ya sea atacando o agotando todas las oportunidades de demostrar que es peor el contrario. Creo que a Diego le ha perjudicado su silencio ante los ataques de Yaiza a Asraf, pero también ese otro silencio que supone no llegar hasta el final en la defensa de sus propios intereses y los de su grupo.

Me parece lamentable la manera en que los habitantes de playa Pelícano han recibido a sus compañeros desterrados en playa Olvidada. Acusándoles de no compartir un coco que traían en el petate de Jaime y luego tomándoles por ladrones de parte de la dotación de comida del grupo, al que ellos pertenecen ya. Incluso anoche, cuando se convertían de nuevo en concursantes de pleno derecho, el interés de Raquel por inspeccionar el petate de Artur me pareció muy impertinente. A Artur se le ocurrió celebrar ese momento diciendo que “ahora empieza el juego” y varios le afearon la frase porque llevan dos meses jugando. Sí, claro, justo el mismo tiempo que Artur y Jaime llevan sin hacer pruebas de recompensa y líder, sin nominar y sin sentirse concursantes de verdad porque realmente no lo eran del todo. Que no entiendan esto es triste, también que no compartan la alegría de sus compañeros. La hostilidad manifestada hacia ellos hace que desee ver como acaban con todos y se plantan en la final. Ojalá así sea.

El gato en vídeo

En el Moleskine del gato reflexiono sobre las acusaciones de robar comida a los del corralito y la preocupación de Raquel porque Manuel le dedicara la palabra “traidora”. Además, dos nuevos momentazos realmente imperdibles.

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