En 'packraft' entre estrechísimas y asfixiantes columnas de piedra: así es el cañón del río Ozum
Tras navegar el río más salvaje de Europa, el Vjosa, en Albania, nos quedaba aún un día libre antes de nuestro vuelo de vuelta. Por ello, decidimos emplear el tiempo en recorrer uno de los lugares de naturaleza más importantes de toda Albania: el cañón del río Ozum.
Este se extiende durante cerca de diez kilómetros en las cercanías de la ciudad de Caracode. Se trata de un profundo y estrecho cañón de paredes calizas en cuyo fondo serpentea el río Ozum.
En primavera es un lugar concurrido y diversas agencias de aventura recorren sus aguas en 'pequeñas' balsas. Y digo 'pequeñas' porque el cañón en algunos puntos en tan angosto que una balsa convencional de 'rafting' no cabría: ¡hay zonas del cañón en que las paredes se separan menos de dos metros! Un terreno perfecto para nuestros 'packrafts'.
Por la mañana nos internamos temprano en el cañón e inflamos nuestras embarcaciones en la misma orilla. Pasamos cuatro horas paleando por los pequeños rápidos, entre los oscuros y estrechos encajonamientos donde pocas veces da el sol.
El agua corría con muy poca profundidad y en muchas ocasiones tuvimos que bajarnos del 'packraft' para portear diversos pasos excesivamente someros.
En las paredes a menudo aparecían cascadas, tobas o estrechos cañones aledaños que desembocaban sus aguas en el Ozum: una auténtica maravilla. Espero que las fotos hagan justicia a un paisaje tan impresionante.
Tras cuatro horas internados en la profundidad y oscuridad del cañón llegamos de nuevo a Caracode, el punto de inicio donde, tras almorzar al sol de la plaza, emprendimos viaje a Atenas embutidos en un coche y despidiéndonos finalmente de Albania.