Drama-sorpresa: el último río salvaje de Europa... está seco
Ayer, tras varias horas de vuelo desde diferentes aeropuertos de Europa, nos juntamos todo el equipo en el aeropuerto de Atenas.
Desde la capital de Grecia se tarda aproximadamente unas seis horas en llegar hasta Ioannina, la ciudad más importante del Épiro, la región donde se encuentra el Parque nacional de Vikos Aoos.
En este espacio protegido nace el río Aoos que recibe dicho nombre en Grecia pero que, al cruzar la frontera con Albania, se convierte en el Vjosa, la llamada joya azul de Europa: el último río salvaje y libre de nuestro continente.
Nosotros queremos recorrer el curso de agua desde su nacimiento, en un estrecho cañón hasta cruzar todo Albania y desembocar en el Adriático.
En nuestro camino desde Atenas, llegamos a Ioannina y, desde ahí, nos hemos dirigido a Metsovo. Esta pintoresca localidad se encuentra a 1180 metros de altitud, y se alza sobre la ladera de una montaña rodeada de bosques frondosos en los que los colores del otoño comienzan a amarillear.
El pueblo es turístico aunque ahora se encuentra en plena temporada baja: los numerosos restaurantes están casi vacíos y el humo de las chimeneas se eleva por encima de las casas de piedra.
En un restaurante local mientras cenamos empanadas de cordero con queso feta y patatas, y carnes especiadas regadas con vino del lugar, llega a nuestro conocimiento una inquietante información.
El inicio del río, los primeros kilómetros, no tiene apenas agua. La temporada de lluvias se ha retrasado tras un verano especialmente seco. Cuando ya nos estábamos mentalizando para recorrer esa distancia a pie y cargados como mulas durante días, en vez de plácidamente remando, hemos dado con una solución a nuestro dilema.
Muy cerca de las fuentes del Vjosa, se encuentra el nacimiento de otro río, el Voidomatis, que fluye aparentemente con agua durante unos kilómetros hasta juntarse con nuestro objetivo cerca de la población griega de Konitsa. Así que hacia ahí vamos a dirigir nuestros pasos, hacia el manantial del que brota el río, situado en pleno corazón del famoso cañón de Vikos.
Este cañón resulta ostentar el curioso récord Guinness de ser el segundo más profundo en su relación de anchura y profundidad, después del Gran Cañón del Colorado. Mañana nos espera una jornada entera de 'trekking' hasta llegar al manantial, desde el que, según las fuentes consultadas, podremos empezar a remar.
Esperemos que así sea aunque en estos viajes, por mucho que uno haya planeado la actividad, nunca se sabe las sorpresas y los cambios que se puede encontrar en el camino.
Seguiremos informando.