Sonia y Kris, del amor al odio
Hace poco más de un mes, desde este Confesionario os anunciaba la ruptura sentimental entre Kristian y Sonia Walls. Una separación con comunicado oficial incluido que no zanjaba por completo la situación, sino que se escudaban en un “nuestra relación no pasa un buen momento” para dar pie a todo tipo de especulaciones sobre posibles reconciliaciones y crear morbo entorno a las fechas en las que tenían previstas reunirse con todas sus fans en cenas de recaudación.
Una de ellas tuvo lugar a principios de este mes, a la que acudieron para armar su correspondiente paripé de cara a la galería pero, pocos días más tarde, su teatro ha quedado totalmente obsoleto, pasando de posar juntos acompañados de sus carpeteras, a dejar claro que sus caminos toman rumbos totalmente opuestos.
El detonante fue un mensaje de Kristian mediante Twitter tan sólo unas horas después de haber abandonado su cena con Sonia, en el que anunciaba que, a partir de ese momento, comenzaría a trabajar en una discoteca de Mojacar.
Local en el que ha estado trabajando junto a Alessandro Livi, su antecesor en Gran Hermano con quien comparte más de un parecido: novia canaria en Guadalix, movimiento carpeteril, cenas remuneradas y ruptura mediática.
Desde entonces las fotografías en las que Kristian muestra lo tremendamente afectado que se encuentra ante su reciente ruptura, dándolo todo en las noches almerienses en compañía femenina se han producido de forma continuada, incluso junto a alguna extronista y gancho de Mujeres y Hombres y Viceversa…
Y, como era de esperar, la reacción de Sonia Walls no tardó en llegar mediante las siguientes palabras acusatorias que hacía mediante las redes sociales:
“Que cada uno lleve a hombros sus decisiones y sus consecuencias. Eso hago yo con las mías. A mí no me pidan explicaciones de lo que hacen otros (icono de un puño) Nada vale la pena sin coherencia, cuando el corazón se ilusiona luego siente dolor y ante ese dolor no hay tiritas. Toca retirarse, ¿más claro?”
Aunque, días más tarde, Sonia se dedicaba a hacer “like” mediante otra red social en cada una de las fotografías que se encontraba de Kristian y ella regalándose besos en distintas posiciones en la casa más famosa de Guadalix de la Sierra.
En consecuencia, aquellas que antes tenían las paredes de su habitación forradas con fotos de la pareja, ahora han comenzado a cargar duramente contra Kristian, condenado su decisión de haber comenzado a trabajar “en ese tipo de ambiente” y por no haber quedado a la altura en su relación con Sonia.
Ante el aluvión de mensajes de aquellas que han pasado de adorar a Kristian a pintarle como un auténtico aprovechado, el Pelocho ha decidido dar la callada por respuesta pero, ese no ha sido el caso de su hermano Joaquín, quien hacía las veces de defensor de Kristian en el plató de Gran Hermano.
Este, para el asombro de todos, ha pasado de subir fotografías fundiéndose en abrazos con su excuñada a dar como favorito a mensajes tales como “Y las que han permitido tener en la clínica Walls nuevos utensilios caros XD trepas todos, no una parte…” y retwitear otros en los que se define a sus fans como “wallocas a la enésima potencia” por lo que la guerra entre lo Gómez y los Walls está servida en bandeja de plata.
Y es que, como reza el título de este post, del amor al odio hay sólo un paso…
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