Si a principios de este mes os comentaba el tremendo cambio radical que Saray Gran Hermano 11 había experimentado tras su paso por la casa de Guadalix de la Sierra, hace tan sólo unas horas la de Ferrol nos ha sorprendido con el anuncio de su compromiso y sus planes de pasar por el altar el próximo año.
Saray y su madre Pilarita consiguieron convertirse en unas de las concursantes emblemáticas de su edición, llegando a situarse en el segundo y tercer puesto de la final, respectivamente.
Dentro de la casa, de manera inexplicable, Saray terminó enamorándose locamente de su compañero Gerardo Prager, con quien comenzó una relación durante el reality. Pero, tal y como era de esperar, los besos de caracol dieron paso a una grave intolerancia a los chupitos de amor de Prager, convirtiendo a esta pareja de Gh en enemigos acérrimos.
Pero, aunque a Saray le saliera rana su apuesta en el amor en GH, el destino le tenía guardado una segunda oportunidad, ya que 10 años después de conocer a Diego –su actual pareja- sus vidas han vuelto a cruzarse y, desde entonces, no han vuelto a separarse, apostando por un futuro juntos y decidiendo pasar por el altar el año que viene.
Tal es la implicación de Saray en esta nueva relación que son innumerables las fotografías que podemos encontrar de la exconcursante de Gh11 junto a su pareja y sus dos hijas que han logrado conquistar por completo a Pilarita y su marido.
Tras su paso por Gran Hermano Saray hace un balance plenamente positivo durante una entrevista de La Voz de Galicia.
Saray, y después de la tele ¿qué?
Estuve viviendo un tiempo en Madrid, que para mí era otro mundo, pero siempre viví con los pies en la tierra y echaba de menos Ferrol, a mi familia y a mis amigos. Decidí regresar porque necesitaba el cariño de los míos. En el tema laboral el concurso me abrió muchas puertas y pude cambiar de un trabajo a otro, mejorando. Ahora estoy en la perfumería Douglas, en Odeón, muy contenta, porque estoy entre perfumes y maquillajes y la gente me sigue reconociendo, a pesar de que han pasado seis años.
¿Cómo fue la experiencia en el concurso?
Era mi gran sueño. Algunos quieren ser bomberos, otros toreros y yo quería ir a Gran Hermano. Me daba igual el premio, volvería a hacerlo con los ojos cerrados. Hay que vivirlo y sentirlo para saber lo que es. No es la vida real, es la vida en directo. En la vida real nunca me hubiera liado con Gerardo. Hice muchos amigos y soy la única concursante de todas las ediciones que nunca fui nominada.
Por cierto, ¿cómo quedó la cosa con Gerardo?
Él intentó solucionar las cosas conmigo, pero yo no quise, es con el único concursante que no tengo relación. Me enganché con él por estar en esa casa, pero al pisar tierra firme ya me pregunté ¿qué hago yo con este individuo?
Su incursión en la tele le supondría unos buenos ingresos...
Ganamos mucho dinero porque por el segundo premio ya fueron 70.000 euros, aunque de ahí hay que descontar lo de Hacienda y del representante. Después fuimos mi madre y yo a varios Sálvame de Luxe. También participé en otros programas y después vinieron los bolos, que aún sigo haciendo, y la portada de Interviu, que se agotó en Ferrol y A Coruña.
¿Alguna otra novedad?
Sí, que estoy enamoradísima de Diego y nos casamos dentro de un año. Me independicé y vivimos juntos. Nos conocíamos desde hacía diez años, pero antes yo tenía pareja. Nos volvimos a encontrar y ahora estoy en otra etapa de mi vida. Hay momentos en los que tienes que sopesar lo que la vida te ofrece y elegir, y yo lo hice.
Saray, mi más sincera enhorabuena.
Y, dejando de lado el universo Gran Hermano, hoy quiero hablaros de un estremecedor caso que requiere vuestra ayuda.
La vida de Kiko Valenzuela, expretendiente de Mujeres y Hombres y Viceversa, ha dado un giro de 180 grados, pasando de buscar el amor en un plató de televisión a convertir un hospital en su segunda casa, donde lucha sin descanso para salvar la vida de su hijo Raian.
Raian es todo un superviviente. A sus tan sólo 8 meses de vida, y con apenas 3 kilos de peso, ya ha tenido que hacer frente a 9 operaciones debido a que sus intestinos se formaron fuera de su cuerpo. Pero, lejos de terminarse su calvario, el pequeño Raian necesita un triple trasplante de hígado, intestinos y colon.
Raian todavía no ha conseguido ver la luz del día y vive conectado a una máquina que lo alimenta pero que, a la vez, está dañando sus órganos. Tras diversas operaciones, sólo posee 15 centímetros de intestino y necesita un trasplante. De colon también porque se lo quitaron, de hígado…
La situación de Raian es gravemente urgente y sus padres se encuentran totalmente desesperados ya que, además de necesitar servicios médicos especializados para tratar la complicada situación de su hijo, han perdido su casa y sus recursos económicos son prácticamente inexistentes tras llevar tantos meses cuidando a su hijo en el hospital…
Un dramático caso para el que solicitan toda la ayuda posible, y con el que podéis colaborar mediante el número de cuenta 2085-8100120330199120.
Todo mi apoyo a Kiko y a su mujer, y toda la fuerza del mundo al pequeño Raian, quien día a día demuestra que a pesar de las complicaciones, sus ganas de luchar por su vida no han decaído en ningún momento.
Para cualquier información de interés sobre los temas que tratamos, podéis dirigiros al siguiente correo o visitar mi página web