La relación entre Azahara y Juanma me produce un aburrimiento atroz. Que si hablamos en clave, que si pienso en Nueva York y tú en Tarifa… Una carpeta con la misma espontaneidad y valentía que los concursantes protagonistas de esta.
Por mucho que Azahara sea andaluza deja el supuesto salero que se le presupone a la altura de la dormidina, y prefiere hacer un homenaje a la tierra de la que proviene su adorado “primo”, ya que cualquier análisis podría verificar que ambos tienen horchata en las venas.
Pero si hay algo que está definiendo esta edición de ‘Gran Hermano’ es la existencia de las “personitas de fuera”, o más bien, la cobardía de la que varios concursantes están haciendo gala, poniendo como excusa que tienen una persona especial esperando fuera, y que está teniendo como consecuencia un comportamiento descafeinado que nos sumerge en un letargo que parece no tener fin.
Que un concursante decida no dar rienda suelta a sus sentimientos y sus instintos por no dañar a personas que han conocido antes de su entrada en ‘GH’ me parece comprensible e incluso honorable, pero eso no es nada que esté sucediendo dentro de los muros de la casa más famosa de Guadalix de la Sierra.
¡Mi concepto de respeto está a años luz! Quizá esté chapado a la antigua, pero respetar a una pareja no se basa únicamente en no fornicar con otra persona delante de toda España.
Azahara tiene novio desde hace varios años, y Juanma también tiene una chica esperándole fuera. A pesar de ello, ambos han caído en una espiral de adulación mutua que disfrazan con apelativos absurdos, cuando su comportamiento da a entender mucho más.
Se interrogan sobre cómo cambiarán sus vidas cuando salgan del concurso, sobre lo importantes que son el uno para otro y las dudas que tienen sobre las decisiones que tienen que tomar. Una parafernalia infumable.
Mientras, Azahara no para de hacer alusiones a su pareja y relatar la infinidad de discrepancias que tienen en su relación, lo incompatibles que son y la falta de comunicación que tienen. Y, a su vez, no deja de recordar lo sencillo que le resulta sentirse comprendida por Juanma y que se trata de una persona única.
Arrumacos, continuas muestras de cariño, conversaciones en clave sobre sus sentimientos e incluso muestras públicas de celos. ¿Eso es guardar respeto?
Si yo estuviera en la piel del novio de Azahara, preferiría mil veces que la malagueña tuviera los arrestos necesarios para acudir al confesionario, dar por zanjada su relación y liarse con el surfero. Pero les puede el miedo y justo ese sentimiento debería ser el último que guie nuestros actos en el terreno amoroso.
Pero tengo serias dudas sobre qué les produce ese pavor. Si se centra en la posibilidad de romper una relación ya existente y que al salir de la casa se queden sin lo antiguo y sin lo nuevo, o si ese miedo radica únicamente en la opinión pública y en las consecuencias que tendría en su imagen poner los cuernos a sus parejas o dejarlas sin tenerlos ni siquiera cara a cara.
Hace pocas horas Azahara sentenciaba: “Si estoy con una persona, no me lio con otra”. Bien por ti, guapa, pero semejante declaración de principios debería aplicarse de igual manera a decir o hacer cosas que ocasionan el mismo o mayor daño.
Mientras, fuera del reality, el novio de Azahara ha vuelto a mover ficha. En esta ocasión ha dejado de lado su afición por tirar pelotas de tenis a las instalaciones de la casa de ‘Gran Hermano’ para enviar mensajes de amor y filtrar información del exterior, y se ha centrado en su imagen en las redes sociales.
Así, el Dj el viernes se dedicaba a borrar multitud de fotografías en las que aparecía junto a Azahara, hecho que desató las alarmas en las redes sociales en las que se encuentra. Muchos apuntaron a que este acto se trataba de una ruptura pública con la malagueña debido a su comportamiento con Juanma, pero tras examinar sus fotografías pude comprobar que aún existen fotos de ambos, y que sólo se había limitado a eliminar algunas de estas, por lo que sus movimientos me desconcertaron por completo.
Debido a los comentarios que se crearon a raíz de ese barrido de imágenes, este sábado el novio de Azahara quiso aclarar sus acciones de la siguiente manera: “Es posiblemente lo único que diga. Borré fotos que tuvieran que ver con GH por la cantidad de comentarios negativos hacia mí. No hay más motivos”.
Es decir, que tu novia te pone a caldo delante de toda España y da detalles poco favorecedores de vuestra relación mientras que comienza a acercarse peligrosamente a un chico que para ella es perfecto. Tú te lías la manta a la cabeza y te saltas todas las normas habidas y por haber para darle un toque de atención a tu novia y recordarle que aún existes fuera del concurso, hecho que en vez de alejar a Azahara de Juanma, lo único que consigue es unirlos aún más. Y, en consecuencia, te dejas llevar por un arrebato y terminas borrando la mayoría de vuestras fotos juntos, y ahora eso sólo significa que quieres desvincularte de su imagen en el reality porque te está ocasionando comentarios negativos. Sí señor, todo muy lógico.
Está claro que uno de los puntos fuertes que ha unido a esta pareja es su afán por dar vueltas a la perdiz. Personalmente no doy un duro por el futuro de esta relación, por no hablar que los extraños movimientos que ha realizado el novio de Azahara tienen como único fin centrar su atención en él mientras que intenta dar a entender que su finalidad es buscar lo contrario… No me huele nada bien.
Por otro lado, hace pocas horas Omar nos ha desvelado una incógnita más que comentada sobre su relación con Lucía: el de Carabanchel sí que es consciente del tema que te quemas que hubo entre su mejor amigo y su novia.
Omar ha explicado que Lucía y Aitor se liaron cuando eran amigos y que luego él empezó a salir con Lucía. Incluso ha dado más detalles, que la primera vez que “la enganchó” estuvieron pegados desde las 3 de la mañana hasta las 12 del día siguiente. Una versión que coincide con la que Lucía nos ha dado fuera del concurso.
Otra pareja que está dando mucho de qué hablar es la formada por Yoli y Jonathan. A mi parecer el valenciano está utilizando a su conveniencia la prima y esta no quiere ver la realidad. Yoli se autoconvence de que significa mucho para el primo y que él así se lo demuestra. Al principio el comportamiento de la prima me resultaba de lo más cargante, pero hay que reconocer que Jonathan es como el perro del hortelano, y cuanto más se aleja Yoli de él, más reclama su atención. Eso sí, sus idas y venidas están íntimamente unidas a su situación sobre estar o no en la cuerda floja.
Yoli quizá peca de ingenua por su encaprichamiento y por no querer ver más allá de lo que le gustaría que ocurriera, pero su actitud no es censurable, muy al contrario de la de Jonathan, quien ha demostrado lo mucho que le interesa la compañía de la rubia debajo de las mantas y luego no tiene ningún pudor en echarla por tierra a la primera de cambio.
Por último, la última pareja que está tomando protagonismo es la de “los hermanitos” formada por Luis y Paula. Gracias a Dios no se trata más que de un absurdo mote que se han regalado el uno al otro porque si no estaríamos ante un incesto que nos regalaría unas cuantas horas sentados en un diván.
El brote de Paula durante este fin de semana al no recibir la ropa que esperaba me resultó de todo menos gracioso, y me ayudó a hacerme buena idea de los episodios de su pasado que ella se encarga de detallar cada dos por tres.
Que una chica se empeñe en recalcar que es muy madura porque trabaja y a las pocas horas se ponga como una histérica despotricando sobre toda su familia y tirando al suelo una y otra vez las zapatillas que le envió su padre porque esas no eran de la última temporada, me produce asombro y asco a parte iguales. Si esa es la madurez que tanto se defiende, ¡qué tiemble el futuro de España!
De su paso de hermanos a tocar la zambomba bajo la manta y regalarnos sonidos de salivación, poco tengo que añadir, sólo que espero que este paripé entre el torero y la hawaiana no llegue a más, ya que la prole que podría ver la luz con semejante mezcla de ADN me suscita un miedo que se me cala hasta los huesos…
Que Paula pueda sentirse atraída por Omar y, semanas más tarde, pueda estarlo de Luis me llama tremendamente la atención. Es como contemplar con total normalidad que algunas ex de Paquirrín hayan pasado de sus brazos a enamorarse de un tronista de ‘MyHyV’. En ambos casos la palabra desconfianza se queda corta. Pero en el caso de la hawaiana quizá el quien es lo de menos, y sus ansias se sentirse querida y aceptada la lleven a agarrarse a cualquier clavo ardiendo…
Pero para poco creíble, lo del torero, quien hace una semana escribía en su blog las siguientes palabras dirigidas a su exnovia, a quien afirma no haber olvidado:
“El poder tener la oportunidad de conocer a Paula aquí , para mí ha sido algo muy importante , porque como amiga ( hermanita ) conectamos y nos damos cariño, que es algo muy necesario ,y es de gran apoyo( ! siento si se ha podido ver de otra manera ! quiero que estés tranquila que no hay nada más! por ninguna de las dos partes ! solo una amistad y un cariño !( confía en mí y olvídate de los comentarios , esta es la pura verdad ) te pido disculpas si el que hayamos dormido en la misma cama haya podido causar un daño! no me he parado a pensarlo ! sabes que soy respetuoso !
Para mi sabes que eres importante y especial! y te deseo y lo sabes lo mejor en esta vida ! te lo mereces y jamás me he olvidado de ti ! si existe alguna mujer en mi cabeza eres tú. Ahora es momento de crecer y cumplir nuestro proyecto
¿Ahora es el momento de crecer y cumplir nuestro proyecto? ¿Formará parte de ese proyecto dar de qué hablar dentro de la casa protagonizando escenas como las que anoche vimos desde El Debate?
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