Representante, periodista, escritor, cantante… ¡No hay campo se le resista! El marido de Alaska es todo un showman que nos divierte hasta el extremo cada vez que pisa un plató de televisión. Pero hoy conoceremos un poco más de la persona que se esconde detrás de su imagen mediante la entrevista que realicé a Mario Vaquerizo para la revista Qué Me Dices!
Mario, ¡en los últimos años estás que no paras! Las Nancys Rubias, colaboras con distintos programas de televisión, escribes libros, rompisteis audiencias con vuestro reality Alaska y Mario... ¿Cómo compaginas tanto trabajo?
Siempre he dicho que "querer es poder". Tengo la suerte de que todas mis aficiones se han convertido en mi medio de vida y eso es algo que hace que jamás tenga la sensación de estar trabajando, aunque la realidad es que soy una working girl.
¿De dónde sacas la energía?
La energía la saco llevando una vida muy ordenada, sin eso y sin que el sentido común rija tu vida, no hay quien aguante este ritmo.
A pesar de la imagen que se tiene de mi soy un tío muy germánico, muy obsesivo con mi trabajo y trato de ser siempre buen profesional. Eso sí siempre de buen humor y con alegría.
¿Siempre? Habrá algún momento en el que pierdas el buen rollo…
Me cuesta mucho enfadarme aunque, cuando me tocan lo mío, puedo llegar a ser muy pero que muy borde.
Detrás de ese Mario loco y divertido, existe un tipo serio, responsable, y muy currante. ¿Cómo consigues que ese cóctel funcione y encima con éxito?
Soy muy sincero, espontáneo y cordial, y eso creo que la gente le gusta. La impostura no va conmigo. Lo que que ves es lo que hay. En todo momento me muestro tal como soy, para la bueno como para lo malo. Pero soy así, no lo puedo evitar, quizá ese éxito del que tú hables resida en mi actitud sincera.
¿Estudiaste Periodismo por vocación?
Por supuesto, fue siempre purita vocación. Es más, sólo puse esa carrera, jamás pensé en otra opción. Me divertí mucho haciendo la carrera, conocí a amigos que a día de hoy son esenciales en mi vida y acabé la carrera con matrícula de honor.
¿Cómo llevas ser un personaje conocido?
Me encanta que me reconozcan por la calle, si me molestara no me dedicaría a todo esto. Habría elegido otra profesión como la de cerrajero o cajera de un supermercado.
¿Te imaginabas que acabarías siendo un artista multimedia?
La verdad es que no, pero lo de artista multimedia ya sabes que no está en uno mismo, dependo de que la gente me siga llamando para hacer radio, prensa o televisión. Yo estoy encantado porque me gusta todo, pero soy consciente que esto no va a durar para siempre y no pasa nada.
¿Te preocupa que pueda llegar ese día?
Estoy muy feliz con todo lo que me está pasando pero, el día que se cansen de mí o no interese, no me va a suponer ningún trauma. Tengo muy claro cómo funciona todo esto. Mi base laboral la tengo muy establecida y, el resto, son extras que me divierten mucho y me dan dinero.
Olvido estará encantada, ¿no?
Alaska me apoya en todo, aunque también es muy crítica conmigo cuando ve algo en mí que no le gusta. Ella sí que es una artista multimedia y lo lleva siendo desde muy pequeña, así que está encantada. Nos respetamos mucho y nos aconsejamos mutuamente aunque luego cada uno, como adultos que somos, tomas sus propias decisiones.
¿Cómo la enamoraste?
Lo nuestro fue un flechazo en toda regla. Yo era su promocionero y, entre promoción y promoción, me empezó a gustar mucho. Lo que hice fue lanzarme de lleno después de un concierto, y tuve la suerte de ser correspondido.
Después de 15 años de relación, ¿qué haces para que sigáis manteniendo la ilusión del primer día?
Después de todos estos años el enamoramiento sigue existiendo y, por mi parte, trato de seguir conquistándola día a día haciendo lo que a ella más le gusta y hace feliz. Aun así lo importante es que siga existiendo atracción, deseo y respeto. Eso es el verdadero matrimonio, al menos en mi caso.
¿Cuándo te diste cuenta que habías caído rendido a sus pies?
Fue un día en una rave en el barrio de Leganés, cuando decidimos casarnos en Las Vegas. ¡Fue muy total!
¿Crees que os ha costado más que a otros obtener el reconocimiento como pareja?
El reconocimiento tiene que empezar desde uno mismo. Si estás seguro de lo que eres, de quién eres y cómo eres, lo que opinen los demás me da igual, la verdad.
En más de una ocasión has confesado que eres bisexual teórico, ¿cómo es eso?
Siempre he dicho que soy un bisexual teórico, ya que si veo a un chico que me parece guapo lo digo sin ningún problema. Al estar rodeado de homosexuales el deseo entre hombres forma parte de mi vida, pero creo que a día de hoy no me ponen los chicos como para irme con alguno a la cama. No me pone el imaginarme con ellos situación amorosa y sexual, así que lo soy en la teoría pero no en la práctica.
¿Y nunca te ha tirado los tejos un hombre?
La verdad es que si me los han tirado no me he dado cuenta, pero no es algo que me moleste. En el fondo a todos nos gusta sentirnos deseados y cuanta más gente te desee, sea del sexo que sea, mucho mejor. Al menos así lo siento yo.
Trabajas muy de cerca con tu hermana pero, ¿cómo te llevas con tus padres? ¿Eres de los que van a comer los domingos a su casa?
Soy un tío muy familiar, hablo con mis padres todos los días, estamos muy unidos y tenemos muy buena relación con mucha confianza, aunque siempre digo que los padres son los padres. Es decir, yo jamás diré aquello de que son mis mejores amigos, porque no es así, y hay cosas que no hablo con ellos pero es por una cuestión de respeto.
Con mi hermana Marta me llevo fenomenal, aunque a veces la saque de quicio ya que ella es muy seria y yo soy una cabra loca, como decía aquel concursante de GH, y estoy siempre haciendo majaradas y diciendo tonterías, incluso en momentos tensos. Tiene mucho aguante conmigo.
Eres un tipo religioso, ¿incluso rezas por las noches?
Mi lado espiritual lo tengo muy arraigado desde pequeñito, y por supuesto que rezo todas las noches. La filosofía cristiana -lo que quiero para mí, lo quiero para los demás- está muy presente en mi vida. Lo que no me gustan son los dogmas.
¿Qué piensas de ti mismo?
Que soy muy buena persona.
¿Qué tienes en tu mesita de noche?
Un Sagrado Corazón, una imagen de la Virgen de Fátima, varios rosarios bendecidos, el libro que esté leyendo en ese momento, y una notita de Alaska en la que me decía que después de mucho tiempo queriendo ser una gruppie ahora se había convertido en la esposa de una rock star.
Si tuvieras que quedarte con un disco, un libro y un viaje. ¿Cuáles serían?
El nuevo disco de Nancys Rubias, el último libro de Stephen King “Doctor Sueño”, y un periplo por Las Vegas, la ciudad artificial más perfecta del mundo.
Cuando te levantas, ¿qué es lo primero qué haces?
Tomo un café solo y me voy al gimnasio. ¡Me levanto a las siete de la mañana!
¿Hay algo que te guste más que una cerveza bien fresquita?
La cerveza es lo que más me gusta en este mundo. Sólo bebo eso y agua. Eso sí siempre tiene que ser Mahou Cinco Estrellas.
Te encanta estar delgado y no lo ocultas. ¿Sigues algún tipo de dieta o es pura genética?
¡Ojalá mi delgadez fuera pura genética! Para nada, me tengo que cuidar mucho, y no picotear y guarrear, pero por estar a dieta no significa que no coma. Lo que pasa es que me encanta medir 1,80 y pesar 65 kilos, me veo guapísimo y ese es mi ideal estético perfecto y si hay que sacrificarse se sacrifica uno, ningún problema.
¿Te has hecho algún retoque estético?
Soy paciente del doctor Enrique Monereo, el mejor cirujano plástico que ha dado este país en la historia de la medicina. Me operé por primera vez a los 28 años y me hice una liposucción, reducción de papada y extracción de las bolas de bilchat.
¿Tienes planeada alguna otra operación?
A día de hoy no siento que tenga que volver a pasar por el quirófano, aunque es verdad que me gustaría ponerme pómulos. ¡Cómo se entere mi madre, me mata!
¿Te da miedo cumplir años?
Para nada, estoy deseando cumplir 40 en el mes de Julio. Si no cumples años, significa que estás muerto y a mí me gusta la vida. Cuanto más viejo seas, más sabio serás y, además, más guapo estarás. Me resulta más interesante la gente madura que los jovencitos.
¿Cuántos tatuajes llevas en el cuerpo?
12 en total. Todos son importantes, pero he de reconocer que me tatúo más por estética que por simbología. ¡Soy frívolo hasta para tatuarme! Lo siento, no lo puedo evitar.
Después de visitar varias veces nuestro plató. ¿Cuál es tu opinión sobre Sálvame?
Siempre he mantenido que lo que hacéis no es nada fácil, os habéis inventado una nueva forma de hacer televisión, sólo por eso os admiro mucho.
¿Cómo te llevas con mis compañeros de programa?
La verdad es que todos me caéis bien, y no es peloteo. También es cierto que tengo más afinidad con unos que con otros, pero no me voy a pringar para evitar susceptibilidades, aunque tampoco creo que mi opinión sea de mucho interés.
A veces tú eres un poco cabroncete, pero te conozco y sé que detrás de toda esa fachada se esconde un buen tío. ¡A no ser que me hayas engañado!
Ahora regresas a la escritura con “Fabiografía”…
Sí, para mi Fabio Mcnamara es el artista más completo y genial que conozco a día de hoy. Para mí es único componiendo, cantando, pintando, escribiendo poesía. Su vida me parece de las más interesantes y sobre todo la evolución que ha tenido en sus últimos años convirtiéndose al catolicismo. Gracias a su conversión a día de hoy está más vivo que nunca pintando unos cuadros impresionantes. Siempre he manifestado que su mejor obra es él mismo.
¿Qué es lo que más te ha sorprendido de Fabio McNamara durante la preparación de su biografía?
Han sido dos años reuniéndome con él, o bien en su estudio o en mi despacho, charlando sin parar mientras él devoraba su plato favorito: tarta de tres chocolates de la pastelería San Onofre y yo bebiendo mis cervecitas. He descubierto a una persona muy generosa al que todo el mundo que le conoce le respeta, a un ser que incluso en sus momentos más duros -por su drogadicción- jamás ha perdido su sentido del humor, siempre finísimo y elegante.
¿Qué va a ser lo próximo con lo que nos vas a sorprender?
Con la primera serie online en Google+ Alaska y Mario. Es una mezcla de debate y sitcom con entrevistas y todo. Y, después de todo esto, y demás, como diría la gran Rosa Benito, quiero descansarrrr!
Mario, gracias por tus confesiones. Y, una vez más, agradecer al fotógrafo Luis Miguel González las excelentes instantáneas que acompañan a esta entrevista.
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