La ex mujer del fallecido José Luis López Vázquez y ex concursante de 'Gran Hermano VIP' nos muestra todos los rincones de la casa en la que reside actualmente. De tener cinco personas de servicio a no tener ingresos y haber resistido 115 días sin agua ni luz…
Flor, ¿cómo estás?
De bajón.
¿Por qué?
Porque paso el día sola y estoy tristona.
¿Ninguna de tus dos hijas se preocupa por ti ni te llama?
Desgraciadamente ninguna de las dos me llama.
¿Y tú no las llamas?
La última que me ha contestado a los mensajes ha sido Camino, pero eso fue hace un año. Esa es la que se ha preocupado, así que fíjate la otra.
¿Cuándo fue la última vez que viste a tus hijas?
Cuando mi madre estaba muy mala en el hospital hace dos años.
¿Qué ha sucedido para que tus hijas hayan roto por completo la relación contigo?
No lo sé. Te lo juro por lo más sagrado.
Pero lo habrás analizado mil veces…
Sí, pero ellas nunca me han contestado. Sólo me han dicho “Mamá, respétanos”. Jamás me han dado una razón, y eso es lo que a mí me tiene comida.
¿No haces autocrítica y piensas que hay en algo que te has podido equivocar?
Habré tenido errores como todo el mundo, pero mala madre no he sido jamás. He sido muy joven. Luego me he casado otra vez. Me he divorciado… He hecho lo que he podido. Sola con dos niñas a la vez, con un señor (José Luis López Vázquez) que no se ha hecho cargo de ellas ni un solo fin de semana, que he tenido que ir hasta El Supremo para que les pagara la pensión. ¡Lo que yo he luchado para que estas chicas salieran adelante!
En los platós se ha dicho que has podido cometer excesos.
¿Qué excesos? A mí no me han visto ni pincharme, ni borracha, ni caerme, ni pegarlas… Eso es un absurdo. Hace que no me tomo una copa, no sé ni cuántos años. Yo he salido de fiesta cuando mis hijas ya eran mayores. Tenían una señora que estaba con ellas. Jamás las he descuidado, ni una vez en mi vida.
Pero en el caso de cometer excesos, habrá sido en un momento malo de tu vida...
Habré cometido algún exceso puntualmente porque tengo la mochila que ya me llega al techo. Pero siempre ha sido a partir de que ellas han empezado a alejarse de mí y darme la espalda. Es cuando, por apaciguar mi dolor, he podido alguna vez cometer un exceso. Pero ahora ya, ni de coña. Ni mi salud ni mi ánimo me lo permiten ni lo quiero. Pero he tenido un estado de desesperación que no me extraña que la gente lo haga, porque es muy fuerte la situación.
En esa época fue cuando entraste en Gran Hermano VIP, ¿verdad?
Sí, y eso les molestó. ¿Pero qué hice yo de malo? Ni hice edredoning ni hice nada. Salí del programa y otra vez les di el oro y el moro. Es una pesadilla.
¿De dónde sacas la fuerza?
Yo soy muy creyente. Todo de Dios, de mí misma, de la gente que me quiere, de mis perros… Pero la fuerza se me agota muchas veces.
¿Cómo es ahora mismo tu situación económica?
Absolutamente a cero. Hoy he pagado el alquiler y tengo cero. Mañana, si quedan tres anillos, a lo mejor me voy a venderlos. Si no trabajo no gano y yo no tengo pensión.
¿Pasas hambre?
No, porque tengo amigos que me ayudan. A comer arroz con huevo, pasta y lo que me echen. Hay un momento en el que dices ¡qué espanto! Pero no por la cosa material sino porque dices, ¿cómo es posible que las vajillas que vende mi hija cuesten 500 euros? Claro, en lo que se han criado. En lo que las he educado yo. En la estética. En las cosas buenas.
Qué miedo vivir a cero, ¿verdad, Flor?
Yo ya miedo no tengo. ¡Tú no sabes lo que he pasado en esa finca esa medio derruida sin calefacción ni agua ni luz!
¿Cómo terminaste en una finca de un pueblecito de los alrededores de Madrid?
Por destino. Yo estaba viviendo en Las Rozas con mi familia. A mí me gusta la naturaleza, una amiga lo conocía y me dijo que estaba muy bien y que era muy barato. Así pude recuperar a mis perritos.
¿Cuánto pagabas en esa finca?
300 euros.
¿Cómo era la casa?
Súper antigua. Tenía dos plantas. Cuando me fui a empadronar no había célula de habitabilidad. Como yo no quise firmar una cosa que era mentira, el hermano de la dueña cogió y me cortó la luz y el agua. A partir del 28 de Marzo, estuve sin luz y sin agua tres meses y medio.
¿Qué hiciste entonces?
Como yo no sabía qué hacer porque no conocía aquí a casi nadie, aguanté 115 días así.
¿Y cómo te apañabas?
Día a día acarreando garrafones de agua de la ermita y de la plaza del pueblo y alumbrándome con velas que me daba el Páter.
¿Tus hijas sabían que su madre con 60 años estaba tirada en una finca sin luz ni agua?
Sí, mis hijas lo sabían.
¿En esa finca tenías animales además de tus perros?
No, pero el vecino tenía pollitos, gallinas y gatos y, como estaba la verja rota, se metían en mi terreno. Si me sobraba algo de pan duro les daba de comer.
¿Cuándo apretaba el hambre, te llegaste a comer alguno de esos pollitos?
¡No, por Dios! Me ayudó Cáritas. La primera vez que fui me dio una vergüenza que creí que me moría.
Una mujer como tú que ha tenido muchos recursos económicos, ¿cómo se enfrenta a ese primer día que tiene que ir a pedir ayuda a Cáritas?
Primero fui a la Iglesia a misa, le conté mi historia al cura y me dio de Cáritas aceite, arroz… lo básico.
¡Eres toda una superviviente!
Pues sí. ¿Tú sabes lo que es abastecer de agua una casa? Tenía que cargar las garrafas para poder beber, asearme, fregar, para el baño… Tenía que hacer dos o tres viajes al día con 15 litros de agua. Ni siquiera tenía carrito y las llevaba en bolsas. La gente que me veía llamó un día a Sálvame para contarlo. No entiendo cómo resistí.
Cuando estabas casada con José Luis López Vázquez, un señor que ha ganado muchísimo dinero, ¿te imaginaste alguna vez que terminarías en esta situación?
No. Ni con José Luis, ni con mi segundo marido, ni hace tres años. Jamás. Ni en la peor pesadilla.
Al final has terminado en este pisito en el que hoy nos recibes. ¿Cómo llegaste aquí?
Vi un anuncio, y un amigo y mi prima me adelantaron algo de dinero.
¿Cómo fue para ti volver a disponer de agua y luz después de todo lo que habías pasado?
Cuando llegué, abría un grifo y salía agua fue como ver el cielo abierto. Se me ha creado como un síndrome. De vez en cuando voy al grifo para comprobar que sigue saliendo agua. Hace poco se fue la luz y ¡Dios mío! Es que tú no sabes lo que es estar tres meses y medio en esas circunstancias. Ya no me queda ni miedo, sólo mucho dolor.
¿Cuántos metros tiene tu casa?
Unos 60 metros cuadrados y estoy encantada. Tiene dos dormitorios y una cocina grande.
¿Cuánto pagas de alquiler?
300 euros.
¿Puedes poner la calefacción?
La pongo poquísimo pero no hace tanto frío. Con el edredón, los dos perros y los sofocos de la edad, tengo un calor que muero.
¿Cuál es tu rincón especial?
Lo que más me gustó de esta casa es que tiene dos terracitas y puedo ver el cielo. Fue por lo que decidí quedarme aquí. Los perros están fenomenal.
Tienes dos perritos.
Sí. Gordito y Keño. Son mi familia.
Te hacen mucha compañía, ¿no?
Para mí son vitales. Todo esto que me ha pasado no lo hubiera podido soportar sin los perros.
¿Cómo es tu día a día?
Me levanto tarde, sobre las 12, porque trasnocho mucho en casa. Me gusta leer. Me gusta mucho ver la tele. Luego saco a los perritos y a veces quedo con unas amigas y tomamos algo, o salgo a dar una vuelta. Vengo a comer a casa. Y, por la tarde, voy a misa. Salgo de la Iglesia a las 7:30 y regreso a casa, veo la tele y vuelvo a sacar a los perros. Y los días que no voy a misa, me voy a la biblioteca que hay internet y es gratis.
¿Esta es la peor casa que has tenido?
No. Tuve una en el Barrio de Salamanca que era desastrosa.
¿De la que te desahuciaron?
Sí.
¿Y cuál es la casa más grande que has tenido?
Un dúplex en La Castellana de casi 400 metros cuadrados y cinco baños. Un baño nuestro era casi tan grande como esta casa. Allí viví 25 años. Era nuestra casa familiar.
¿Cuánto valía esa casa?
Unos 3.000.000 de euros. La vendió José Luis luego al final.
José Luis López Vázquez falleció hace seis años. ¿Crees que si estuviera vivo te habría ayudado?
No. Hay una cosa que se llama rencor. No creo que me hubiera atendido ni echado una mano.
¿Por qué te tenía rencor?
Porque le dejé. Tenía cosas muy buenas, pero también otras muy malas. Era inaguantable y muy duro de corazón. A veces pienso que mis hijas han heredado lo peor de su padre, esa dureza de corazón.
¿Has pensado en denunciar a tus hijas por abandono?
Familiares y amigos me lo han dicho, pero no. Yo sé que no soy capaz. Luego soy muy blanda y muy sensible. Soy tonta. ¿Cómo voy a denunciar a una cosa que he parido, que he querido, que he cuidado? Lo veo antinatural. Aunque también veo antinatural lo que están haciendo ellas. Pero yo soy adulta y una madre es una madre. Es horrible pero es lo que hay.
¿Tus padres conocen tu situación?
Bueno, mi madre tiene Alzheimer y está en una residencia. Y mi padre vive en el barrio de Salamanca con una asistenta que gana más que yo.
¿Y por qué no vives con él?
No, es un hombre muy cerrado y yo no puedo forzar a una persona con 88 años. Desde lo de mi madre, se ha venido abajo.
Leí un titular que no me gustó nada “No me he quitado la vida porque soy una cobarde”.
Eso es una exageración. A no ser que me volviera loca, jamás me quitaría la vida. Lo primero, por mi religión. Y segundo, porque eso sí que no tiene solución.
¿Confías que pueda solucionarse la mala relación que tienes con tus hijas?
Yo creo en los milagros. Sé positivamente que esto se va a arreglar.
¿Dónde te gustaría terminar viviendo?
En una casita en el campo con mis perritos.
¿Te gustaría volver a tener pareja?
Me gustaría tener un compañero pero es muy difícil. Llevo mucho tiempo sola.
¿Sales a alguna discoteca?
No. Desde que estoy aquí no he ido a Madrid y llevo un año y pico. He ido dos veces a Campo Real. Ya ves tú qué juergas… Aquí a las 6 de la tarde no te cruzas con un alma.
¿Ligas mucho?
No ligo nada. He tenido un conato de pareja aquí, pero no ha salido bien. Pensábamos irnos a vivir juntos y todo.
A ti te gustaban jovencitos.
Por eso. Tiene 68 años y le veo muy mayor. Quedamos como amigos.
¡Te quieren para lo que quieren! Piensan, con este cuerpo…
Claro, y yo eso no lo quiero.
¿Qué le pides a este 2016?
Bienestar, prosperidad y amor.
¿Y trabajo?
¡Por supuesto! No pierdo la esperanza. A ver si me llaman para Supervivientes, porque más superviviente que yo no van a encontrarla.
¿Sigues echando las cartas?
Sí, me orientan mucho, pero mi prima y el cura me regañan. Lo hago para gente amiga. También interpreto los sueños.
¿Qué futuro ves a 'Sálvame' en el 2016?
Sigue. No me sale ningún corte. Quizá hay un ligero cambio porque sale la carta del mago como final, y es otro camino y un principio.
¿Rosa Benito va a volver con Amador Mohedano?
Absolutamente. ¡Qué fuerte! Sale la luna que es la primera. Cartas de duda. El colgado que es el sacrifico, que han estado separados. La torre que es cambio total. Luego sale la fuerza y el sumo sacerdote. ¡De seguro que Rosa y Amador vuelven en el 2016! Es alucinante, además sale más dinero.
¿Belén se va a quedar embarazada?
Embarazo para nada. Sale la carta del colgado.
¿Se casará en el 2016?
Sí., Belén se casa en el 2016. Sale la luna, y luego el juez que es firma de papeles. Y, a lo mejor, después de la boda, se intentaría lo del embarazo, aunque sea con ayuda.
¿Volverá el eje del mal a unirse? Mila Ximénez, Kiko Matamoros y Kiko Hernández, ¿o eso está roto?
Sí va a volver. Al final sale la carta del loco que es una cosa repentina. Los enamorados que es otro camino. Y la carta del carro que es avance.
¿Terelu va a encontrar el amor en el 2016?
Sí lo va a encontrar. Sale el demonio, que es carta de deseo. Luego sale su carta, la de Virgo. La muerte que hace referencia a su última ruptura. Una etapa de soledad con el colgado. Pero luego sale el emperador. No te digo que vaya a casarse, pero va a encontrar el amor.
¿Será un ex novio suyo o un hombre nuevo?
Tiene posibilidad de volver con uno de los ex, pero también aparecer uno nuevo. Va a tener opción. Salen muy buenas cartas.
Amiga Flor, ¿cómo me va a ir a mí en el 2016?
Te sale la torre que significa un cambio que vas a tener, pero a nivel emocional. Creo que tienes algo, alguna pareja. En el trabajo te sale el ermitaño que eres tú, y la muerte que es un cambio.
¿Dejo 'Sálvame' en el 2016?
Sí. Pero luego te sale la carta de la fuerza y la rueda de la fortuna. Te marchas, pero no es para mal. Sale también el diablo, que es deseo o dinero. Tienes un cambio positivo. Lo dejas pero por algo que te interesa más. Es algo momentáneo.
Flor, gracias por invitarnos a tu casa.
Para terminar, quiero compartir con todos vosotros mi nuevo proyecto profesional, ¡como oficiador de bodas
En La Quinta Los Rosales de Yunclillos (Toledo) oficiaré bodas y estaré algunos viernes y todos los sábados con muchos amigos de Telecinco. Y, en alguna boda, me colaré para sorprender a los novios y familiares…
Si tienes ganas de pasar por el altar para dar el sí quiero a tu pareja, ¡no lo dudes! La Quinta Los Rosales cuenta con 80 años de experiencia como especialistas en bodas y eventos. Y ahora, tras mi debut en Las Bodas de Sálvame, seré yo quien oficie la ceremonia más importante de vuestras vidas.
Para cualquier información de interés sobre los temas que tratamos, podéis dirigiros al siguiente correo o visitar mi página web