Zinc, el mineral que estimula nuestras defensas
Uno de los principales síntomas que revelan que podemos padecer la Covid-19 es la pérdida del gusto y del olfato. Y resulta que informándome y leyendo sobre cómo aumentar nuestras defensas, me encuentro con que el Zinc, un mineral esencial para que el sistema de defensa del cuerpo (sistema inmunitario) funcione apropiadamente, también es necesario para los sentidos del olfato y del gusto. Este nutriente es vital para el crecimiento y el desarrollo, e influye en el sabor y el olor.
Me ha resultado muy curioso y por eso hoy quería compartir con vosotros los beneficios que el Zinc proporciona a nuestro organismo.
Este micronutriente ayuda a mantener nuestro cuerpo funcionando adecuadamente, jugando un papel clave en la curación de las heridas y la función inmunológica, la división celular y la formación de ADN y proteínas.
Entre los beneficios más convincentes para aumentar la ingesta de Zinc está su acción para ayudar a aliviar la inflamación, algo que la mayoría de la población sufre muy a menudo. El estrés oxidativo y la inflamación están vinculados a muchas enfermedades crónicas, como la artritis reumatoide, las enfermedades cardiovasculares e incluso el Alzheimer. El zinc puede disminuir el estrés oxidativo, aunque parece que algunas inflamaciones no están relacionadas con lesiones o estrés, sino con nuestro ADN.
Son muchos los beneficios que este oligoelemento proporciona a nuestro cuerpo y no se necesita mucha cantidad para obtenerlos.
Estimula el sistema inmunológico
El zinc es necesario para que las células inmunitarias funcionen correctamente, lo que significa que una deficiencia de zinc puede conducir a un sistema inmunitario debilitado. El Zinc ayuda al desarrollo de los linfocitos T, que estimulan las células T, responsables de combatir las infecciones.
Diversos estudios hablan de que el Zinc reduce considerablemente la duración de un catarro y su intensidad.
También contribuye a la curación de las heridas, aliviar la inflamación, promueve la síntesis de colágeno y aumentar la inmunidad.
Favorece la fertilidad
El zinc desempeña un papel fundamental en el desarrollo de los óvulos, e incluso los meses anteriores al inicio del embarazo puede preparar el terreno para un embarazo saludable.
Además, la falta de zinc en los hombres puede afectar a la fertilidad. Los bajos niveles de zinc interfieren con la producción de espermatozoides, y también pueden causar anomalías en ellos, así como desprenderse de la testosterona sérica.
Promueve la función cognitiva
Mantener unos niveles de zinc estables, puede ser clave para aliviar los síntomas o evitar el Alzheimer. Encontrar el equilibrio adecuado podría ser la clave para mantener una función cognitiva apropiada por más tiempo.
Reduce la degeneración macular
El Zinc puede ayudar a reducir el riesgo de la degeneración macular relacionada con la edad (DMAE), una enfermedad ocular que con el tiempo puede causar una pérdida permanente de la visión.
Las fuentes alimenticias de zinc son comunes, y es probable que algunas ya formen parte de vuestra dieta diaria: El marisco y carnes rojas, nueces y semillas, productos lácteos e incluso chocolate negro. Los granos enteros y las legumbres contienen este mineral esencial, pero pueden no ser la mejor opción para aumentar la ingesta de zinc porque también incluyen fitatos que interfieren con su absorción.
El zinc suplementario también es una opción, especialmente para las personas que tienen problemas de mala absorción o que tienen una deficiencia de zinc y pueden necesitar altas dosis de zinc. Lo podemos encontrar en cápsulas como el de Solgar, en comprimidos como el de Pharma Nord o bebible como el Zinc Defense de Sesderma, que es el que tenemos en casa. Es súper cómodo de tomar, 20ml al día en medio vasito de leche y listo.
Pero hay que tener mucho cuidado y tomar el Zinc en las cantidades que nos recomiende un especialista siempre que se necesite una suplementación.
Así es el Zinc, este mineral vital para el buen funcionamiento del organismo y yo quería compartirlo con vosotros.