A la altura en la que estamos, que quedan 15 días para Nochebuena, no debemos entrar en tratamientos estéticos muy complicados por el tema de los pequeños cardenales o hematomas que puedan salir. Se pueden hacer pequeños detalles que van a resaltar nuestra belleza y nos van a rejuvenecer e iluminar el rostro. Pero hay que ponerse en manos de los mejores profesionales, no vaya a ser que lleguen las fiestas y tengamos la cara hecha un ecce homo.
Los pequeños retoques a base de bótox o ácido hialurónico aumentan en Navidad porque son tratamientos 'flash' en los que el resultado se nota rápidamente. El Dr. Jesús Sierra de la Clínica Deam en Madrid, nos aconseja qué pequeños retoques nos podemos realizar de cara a las Fiestas para estar mucho más guapas.
“Se pueden hacer peelings muy superficiales que van a darte luz a la piel y mejorártela, en dos semanas has recuperado la luz del rostro. Son peelings químicos muy suaves que cierran el poro y dan luminosidad a la piel. Producen una leve descamación en la piel durante 4 días y ya está, no aparecen costras ni señales, solo está pequeña descamación para renovar la piel. Otro tratamiento que se puede hacer es poner vitaminas para dar luz a la piel, tensión, luminosidad e hidratación. Para evitar muchos pinchazos hay dos formas, una es a base de pinchacitos con la mesoterapia y otra es utilizar una cánula muy fina que elimina los pinchazos y disminuye las probabilidades de que haya hematomas. No es un relleno, es hidratación y tensión a la piel. También está la toxina botulínica, que es fundamental. Es esencial para el tratamiento de las arrugas de la frente y las patas de gallo.”
Muchas veces no queremos pincharnos mucho o simplemente es la primera vez que nos vamos a hacer un retoquito y nos da miedo, por eso podemos elegir las zonas concretas que nos preocupen más. Es como hacerse un tratamiento a la carta.
“Se pueden hacer pequeños retoquitos en zonas muy concretas con ácido hialurónico y la cánula para que no haya cardenales. Incluso se puede retocar un poquito el labio con la cánula, comisuras, los pequeños surcos muy marcados, la expresión de cansancio y de tristeza se puede resolver en 15 minutos con la cánula y queda muy bien. También se puede hacer en el pómulo de una forma muy discreta, en el malar o en el mentón... Hacer estos pequeños retoques por zonas nos asegura no vernos diferentes ni notar un gran cambio gracias al ácido hialurónico y ahora es un buen momento para hacerlo”, afirma el Dr. Sierra.
Dependiendo de la zona donde vayamos a retocarnos se utilizan métodos diferentes. La diferencia entre cánula o aguja es determinante a la hora de que aparezcan pequeños hematomas.
“La cánula es roma, no tiene bisel. La aguja sí tiene bisel, la parte cortante. La cánula al ser roma es redonda, no tiene punta y por tanto las posibilidades de romper un capilar y producir un hematoma son mínimas, se reduce en casi un 80%. El producto que vayas a implantar en la piel sale por un lado de la cánula. La cara está muy vascularizada y con la aguja si podemos romper algún capilar porque por muy finas que sean, siempre llevan bisel. La cánula duele incluso menos que la aguja y son casi igual de finas que las agujas y te evitas muchos pinchazos porque las cánulas suelen ser de 4 a 6 centímetros de largas y con un pinchazo abarcas una parte muy importante de la cara. Por ejemplo, en el caso de la comisura y surco, haces un pequeño pinchacito en la comisura abajo y con la cánula subes hasta llegar a la nariz y vas rellenando surco y comisura con un solo pinchazo. La cánula es muy segura, y nos evitamos problemas que pueden ocurrir con la aguja como que se pinche una venita e introduzcamos el ácido hialurónico dentro de esa venita. Es cierto que hay zonas en las que tienes que utilizar la aguja porque no te queda más remedio porque se necesita más precisión como en una pequeña arruguita. El botox siempre se aplica con aguja porque son puntos muy concretos del músculo y es poco probable que ocurra nada porque en la zona de la frente hay mucha menos vascularización. Y si sale algún hematoma desde la zona de los ojos hacia arriba no sale negro, suele ser verde amarillento. Del rabillo del ojo hacia abajo ahí si salen morados. Como comentaba antes, la cara está muy vascularizada y por eso cicatriza todo antes que en cualquier otra parte del cuerpo”, asegura el Dr. Jesús Sierra.
“Si el paciente quiere hacerse un pequeño retoque en las arruguitas de las patas de gallo, eso se suele hacer con botox, en el caso de los labios se utiliza ácido hialurónico. La tóxina botulínica paraliza los músculos no rellena nada, por eso quita las arrugas de expresión. Sin embargo, el ácido hialurónico lo que hace es rellenar, es un implante, es un gel. Por eso es distinto el gel que pones para las patas de gallo o para los labios o en los pómulos o en la mandíbula… Todo es ácido hialurónico reticulado, pero según la zona es más reticulado y más concentrado. Por ejemplo, en la zona de los labios es poco concentrado para que no se te quede boca de pato ni te salgan bultos. Todas las marcas de hialurónico suelen tener 5 tipos de reticulado según la zona que vayas a pinchar.”
Los más demandados siguen siendo los menores o micro-retoques: inyecciones de bótox o rellenos faciales como el de ácido hialurónico. Son intervenciones flash con un proceso de recuperación muy rápido, salvo que haya alguna complicación (como pinchar una vena y que salga un pequeño hematoma). Por regla general, al someterse a estos tratamientos, la única señal que queda de haberlo hecho a las 24 o 48 horas es el de la mejora por lo que es muy habitual hacérselo en Navidad para una cena, comida o cualquier otra celebración.
“Lo que más se suele solicitar de cara a la Navidad es la toxina botulínica para las arrugas de la frente y patas de gallo porque te deja una mirada preciosa. El efecto de la toxina empieza como a los 3 -4 días y el efecto máximo lo tienes a los 15 días. Hay que poner la dosis justa y adecuada y te va a durar bien hasta 4 meses. Y en menor medida solicitan los labios y las ojeras para eliminar esa mirada triste y cansada, porque mejora muchísimo. Ten en cuenta que lo que más se ve ahora con las mascarillas son los ojos y la mirada.”
Sin duda es el mejor momento para hacerlo. Un pequeño retoque que nadie va a notar, pero con el que todos van a exclamar estas Navidades: ¡qué guapa estás!