Lugares que me esperan cuando acabe el confinamiento
Quedarnos en casa durante esta cuarentena me ha servido para darme cuenta de lo afortunada que soy por todo lo que tengo en mi vida, pero también para aprender a apreciar y valorar todas las cosas que antes podía hacer y ahora no. ¡Y qué por supuesto echo de menos!
Entre otras muchas cosas: viajar, salir a cenar, ir de compras, ver escaparates, ir a la peluquería, darme un masaje, ir a un concierto, quedar con mis amigas…
Confío en que todo volverá a su ser y cuando todo esto pase hay lugares y rutinas que tengo claro que me esperan.
Una de las primeras cosas que me gustaría hacer es volver a Las Caldas Villa Termal para flotar de nuevo en sus aguas mineromedicinales y aliviar la tensión y el estrés acumulado durante esta cuarentena. Apostar durante unos días por la vida sana, combinando sus tratamientos con una dieta Detox, rica en productos bajos en calorías en sus menús y degustaciones, para ayudarme a perder esos kilos de más que haya podido coger. Las Caldas Villa Termal siempre ha sido un espacio comprometido con la salud y el bienestar, los cuidados del cuerpo y la mente y todo ello en un entorno natural de aire puro, que es lo que más necesitamos. Salir al aire libre y respirar aire puro, pasear, montar en bici o montar a caballo...
Creo que incluso me voy a proponer dejar de fumar con su programa anti-tabaco, que te ayuda a dejar de fumar de una forma saludable y natural, reforzando el compromiso y ayudando en la primera etapa de deshabituación para superar la dependencia física.
Con una alimentación adecuada, actividad física, acupuntura y tratamientos bioenergéticos se puede conseguir abandonar el tabaco de una manera saludable en 7 días.
Además, me consta que en cuanto puedan volver a abrir sus instalaciones van a adoptar todas las medidas preventivas rigurosamente.
Bueno, y una vez me haya recuperado, creo que me voy a lanzar a las calles madrileñas, que tanto echo de menos, para irme de compras. Volver a pasear por las tiendas de Claudio Coello, Jorge Juan, Ortega y Gasset o Serrano, algunas de las principales calles comerciales del Barrio de Salamanca, en las que se
suceden una larga lista de firmas de moda, restauración y ocio.
Me encanta perderme en esta zona de compras que ha sabido evolucionar atendiendo a los cambiantes gustos de la sociedad. Muchos locales se han reconvertido en tiendas monomarca de alto nivel, restaurantes o salones de belleza.
Para mí es una de las zonas con más encanto de la ciudad para los amantes de la moda, la buena gastronomía y los planes con amigos.
Tiendas como Loewe, Dolce&Gabanna, El Ganso, Stuart Weitzman, Gant, Dior… Restaurantes como El paraguas, los Gallos, Gracias Padre, o Astrolabius. Y locales de moda como La posada de las ánimas, La Flaca o Serrano 41.
Espero que no quede mucho para volver a disfrutar de su ambientazo a cualquier hora del día.
Otra cosa que echo muchísimo de menos es mi centro de belleza de referencia, Artpel, con quienes he conocido los tratamientos de botox para el cabello, que tienen la capacidad de sanar el pelo pero sin quitarle un ápice de volumen y que tan bien le sienta a mi melena. Y sobre todo las manos expertas y sublimes de mi querida Patri, que me hace unos masajes japoneses en el rostro maravillosos y me tiene enganchada a la maderoterapia, un masaje que te rompe las células adiposas aplicando distintos grados de presión con madera en las zonas afectadas, con lo que se reduce de una forma muy rápida y visible la piel de naranja.
Y termino soñando con viajar a Dubai, es un sueño que espero que algún día pueda hacer realidad y subir al edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa, que alcanza los 828 metros. Llegar a su mirador de la planta 148, el más alto del mundo, a 555 metros de altura, desde donde se domina todo el país. A sus pies se
extiende el mosaico de la ría con la ciudad vieja, el gran puerto, el Downtown, las zonas residenciales y hoteleras en la costa, Jumeirah, Dubai Marina, el gigantesco puerto y el aeropuerto. Se ven las urbanizaciones que han crecido sobre el mar, The Palms, penínsulas artificiales con forma de palmera, y las 300 islas artificiales de World Island, que dibujan un mapamundi sobre el agua.
Tiene que ser una pasada pasear por esta ciudad mezcla futurista y tradición oriental y perderse entre el contraste de sus rascacielos y sus aldeas de pescadores. No me pienso perder las rutas en todoterreno por las dunas. Y además es una de las mecas de la moda.
Sé que todos estos lugares me esperan cuando acabe el confinamiento, pero ahora toca quedarse en casa. Solo así podremos acariciar de nuevo todas las cosas que ahora echamos tanto de menos.
#YoMeQuedoEnCasa