En realidad no es un juego es uno de los sueños del hombre desde la antigüedad, liberarse de las ataduras del propio peso del cuerpo y volar.
Posiblemente nunca hayáis oído hablar del Yoga aéreo o Aeroyoga, así que hoy me gustaría hablaros de esta práctica que cada vez está más en auge gracias a los numerosos beneficios que aporta a nuestra salud.
Si no tenéis miedo a volar y dejar a vuestro cuerpo sentirse libre, el yoga aéreo es vuestro deporte.
Se utiliza la suspensión y la ingravidez para fomentar la creatividad, desbloqueo, tonificación, definición muscular, flexibilidad y rejuvenecimiento. Vamos a conseguir una sensación de ligereza y libertad con posturas relajantes y de meditación.
Si sois de emociones fuertes, es una alternativa además muy divertida que nos aporta casi el doble de beneficios que el yoga tradicional, por lo que si tenéis oportunidad no dudéis en probarlo.
El Aeroyoga es en definitiva una clase de yoga donde se realizan diferentes asanas (posturas) colgados de unas fuertes telas ancladas al techo, jugando así con la gravedad. Las posturas invertidas son mucho más fáciles de realizar con el apoyo de las telas, así que la estimulación interna de nuestro organismo será mayor que en el yoga de suelo. Además, no tendremos que soportar todo nuestro peso, ayudando a que no aparezcan sobrecargas.
El yoga tradicional nos aporta numerosos beneficios, desde equilibrio hasta una mayor flexibilidad. Jugando con la gravedad, estos beneficios duplican su intensidad y notaremos una mejor condición física en poco tiempo.
Por supuesto, es una práctica que alivia el estrés, nos relaja y reduce las tensiones.
Asimismo, fortaleceremos nuestro cuerpo y mejoraremos nuestro centro de estabilidad con las posturas aéreas.
Otro punto a favor es que reduce la celulitis, tonifica nuestro cuerpo y mejora la retención de líquidos gracias a tener las piernas elevadas.
Eso sí, yo os recomendaría que no lo intentéis en casa. Hay que tener cuidado y lo más recomendable es acudir a algún centro que lo imparta y aprender todas las técnicas.
También, existen centros que lo imparten al aire libre, colgados de árboles. ¡Es una perfecta opción para unirte a la naturaleza!
¿Qué beneficios podemos obtener del Aeroyoga, respecto al Yoga más "tradicional"? Es bueno conocerlos por si os animáis a practicar Yoga en las alturas:
Si sois novatos en la práctica del Yoga no os preocupéis porque hay diferentes niveles. El paso de un nivel a otro es progresivo, y no hay problema en comenzar desde cero.
Como en el resto de prácticas de Yoga, la lista de beneficios es muy extensa:
La verdad es que tengo muchas ganas de probarlo, aunque sé que la primera vez voy a estar nerviosa y con miedo a no saber mantenerme y caerme. Pero sé que en cuanto me suba voy a perder el miedo y todo va a fluir.
Creo que el practicar yoga aéreo nos puede enseñar lo fuertes que somos y hacernos ver que podemos hacer más cosas de las que nos creíamos capaces.
Gracias a esa sensación de jugar con la ingravidez, la clase se nos va a pasar “volando” y vamos a salir como nuevos. ¡Seguro que sí!