Jengibre y apio, la combinación perfecta

Con el retorno a casa de las vacaciones me he traído en la maleta un montón de recetas de zumos detox, a los que me he aficionado mucho este verano.

Tengo un favorito que combina el jengibre y el apio, pero antes de daros la receta (súper facilito) me gustaría hablaros de los beneficios de estos dos ingredientes.

El jengibre es una planta que lleva utilizándose más de 5000 años en la medicina tradicional en China y en la India. Es una planta aromática que ha sido la protagonista de numerosos estudios científicos gracias a sus efectos saludables y curativos. Tiene un sabor picante y la carne está cubierta de una piel marrón.

No sólo es una planta sensacional como medicina, también es un ingrediente muy utilizado en la gastronomía.

Desde muy pequeña me ha llamado la atención esta planta. Recuerdo leer las aventuras de Los Cinco, de Enyd Blyton, y me fascinaba que se pasaban el día tomando cerveza de jengibre. Cuando fui más mayor descubrí que la cerveza de jengibre era el conocido Ginger Ale, que no es más que una bebida gaseosa de origen inglés fabricada con agua mineral, jengibre, azúcar y limón.

Aparte de esta anécdota, el jengibre tiene muchísimos beneficios medicinales como aliviar el malestar gástrico, ayudar a mejorar dolores menstruales, migrañas, tienen efectos anti inflamatorios, es beneficioso para prevenir el cáncer de colon y todo gracias a su composición rica en aceites esenciales, vitaminas, minerales y aminoácidos. Si nos centramos en los aceites esenciales encontramos el limonelo, citronelal, o el canfeno entre otros. Y el gingerol es uno de los aceites esenciales que posee que le da su sabor picante.

También es un tubérculo rico en vitaminas como son las vitaminas B y la vitamina C, y en minerales como el calcio, el fósforo, el aluminio y el cromo.

El jengibre es además muy rico en antioxidantes, tiene enzimas como la proteasa y zingibaina, y fito nutrientes como los flavonoides o los carotenos. ¡Genial en la lucha contra el envejecimiento celular!

Es un remedio muy bueno contra el estrés y muy eficaz contra los dolores menstruales y contra los mareos y nauseas. Además estimula el sistema inmunológico.

Y para el cabello es espectacular: elimina la caspa, da brillo, previene la caída del cabello y lo hace crecer más rápido, además de nutrirlo en profundidad.

En cuanto al apio, contaros que es uno de los vegetales más ligeros por su alto porcentaje en agua (casi un 95%). Así que es ideal para ayudar a aquellos que quieran perder peso. 100 gramos de apio tienen solo 16 calorías.

Como la mayoría de las verduras contiene una gran cantidad de fibra, lo que provoca una mejora del tránsito digestivo y evita la elevación del colesterol en sangre. Y tiene mucha vitamina C.

Es una fuente muy buena de ácido fólico, de potasio, y de las vitaminas B1 y B6. El apio también ofrece una buena fuente de la vitamina B2 y de calcio.

¡Es una verdura equilibrante! Por eso es muy diurético gracias al sodio y al potasio que contiene el jugo del apio.

Y ahora que conocemos los beneficios de ambos ingredientes, os descubro la maravilla de combinarlos: Mi zumo détox preferido.

Es muy fácil de preparar y está muy rico.

Mezclamos en una licuadora jengibre, apio, 2 manzanas y 2 limas.

Como no lleva azúcar, podemos añadir algún edulcorante para endulzar el sabor.

¡Y listo! la guinda perfecta para completar una dieta depurativa.