Artpel, mi centro de belleza de confianza
Estoy segura de que a todos nos ha pasado alguna vez que hemos ido a una peluquería o centro de belleza que han abierto nuevo o que tiene muy buena pinta por la decoración y que al final el resultado es o un desastre, o nos terminan cobrando un dineral o ambas cosas. Siempre he pensado que, con lo importantísimo que es el pelo para nuestra imagen personal, es vital saber cómo trabaja la persona a quien se lo vas a confiar. Desde el color hasta el corte, es mucho más necesaria la experiencia que el diseño del lugar o lo de moda que esté.
Yo tengo que confesar que, para este tipo de cosas, soy mucho más de salones de toda la vida. En concreto, hay uno que me ha conquistado por la variedad y la calidad de sus servicios. Se trata de Artpel, en la calle Conde de Aranda, 8 (Madrid). Es un negocio familiar con más de 40 años a sus espaldas como peluquería de caballero y que, desde hace más de una década, también atiende a señoras. Antes de empezar y, si no tienes muy claro qué es lo que más te favorece, sus estilistas te hacen un estudio para crear un look que se adapte tanto a tus características físicas como a tu modo de vida. Además, tienen un servicio especializado para novias, en el que tratan desde tratamientos faciales y capilares hasta el peinado y el maquillaje.
Tantos años de experiencia dan lugar a muchas ganas de reinventarse y de buscar innovación y ha sido precisamente con Artpel con quienes he conocido los tratamientos de botox para el cabello. Había oído hablar de la keratina, con la que también trabajan y que restaura y da mucho brillo al pelo, pero también tiende a dejarlo bastante liso por lo que no creo que sea para mí. Sin embargo, el botox sí que ha sido algo que me ha sorprendido muy gratamente ya que tiene la capacidad de sanar el pelo pero sin quitarle un ápice de volumen. Regenera, reconstruye la fibra capilar y aporta densidad, lo cual es perfecto para melenas largas, teñidas o que están dañadas por los agentes externos. Creo que, para después del verano va a ser un tratamiento muy útil porque todos sabemos cómo se nos queda el pelo después de tanto mar, sol y cloro.
Otra cosa que me gusta bastante es que en Artpel sólo utilizan tintes vegetales. No son henna, que tarda muchísimo en cubrir el pelo y dar color, sino tintes como tal, pero de origen vegetal, orgánico y sin amoniaco, por lo que no son nada perjudiciales ni para el cuero cabelludo que lo recibe ni para el profesional que lo aplica.
Por otra parte, en Artpel no solo se dedican a la peluquería tradicional, sino que además tienen prótesis capilares y hacen tratamientos de estética tanto facial como corporal. Tienen máquinas de radiofrecuencia para tratar problemas cutáneos, realizan masajes japoneses en el rostro, liftings y tratamientos para pestañas y, lo que me parece más interesante de todo, un tratamiento de choque contra la celulitis que se hace a base de maderas. La maderoterapia consiste en romper las células adiposas con un masaje en el que se aplican distintos grados de presión con madera en las zonas afectadas, con lo que se reduce de una forma muy rápida y visible la piel de naranja.
Así que, como os decía, encontrar un centro de belleza que nos inspire confianza es bastante difícil pero es esencial hallarlo para evitar sustos después de un mal corte de pelo o un tratamiento mal hecho y asegurarnos dar siempre la mejor imagen de nosotros mismos.