Ayuno a base de frutas
Hace algún tiempo, cuando alguien pronunciaba la palabra “ayuno” yo me ponía de los nervios. ¡Me parecía terrible! Sonaba mal y yo no estaba dispuesta a hacerle eso a mi cuerpo. Ahora, sin embargo, me parece que el ayuno es algo absolutamente necesario para nuestro organismo y estoy totalmente a favor de practicarlo… de vez en cuando.
Yo, como muchos de vosotros, estoy siempre a dieta. Pero el caso es que últimamente he hecho ayuno con frutas y no os imagináis lo contenta que estoy con el resultado. No se trata solo de perder kilos, que también, si no de darle un respiro a tu cuerpo, de eliminar toxinas y de sanearlo.
Le estamos proporcionando a nuestro organismo una ayuda para que depure haciendo un consumo expreso de frutas.
Os aseguro que no es tan difícil ni tan duro. Es más, yo os diría que es hasta placentero.
Es recomendable llevar a cabo este plan deportivo con el buen tiempo. Resulta mucho más agradable alimentarse de frutas, ya sean sólidas o en zumo, durante los meses de calor que en pleno invierno.
Uno de los requisitos imprescindibles para llevar a cabo este plan es no plantearse estos ayunos durante más de un par de días. Se trata de limpiar tu organismo, y eso se consigue en poco tiempo. Y, cómo no, de perder peso si ese es también tú objetivo, porque en dos días la pérdida de peso y volumen os aseguro que es considerable.
Lo importante es comer la fruta cruda, no cocinada. Es cierto que también se puede meter en el horno, pero mantiene mejor sus propiedades si no se cocina. Por otro lado, para llevar a cabo uno de estos planes depurativos a base de frutas es necesario hidratarse mucho. Hay quienes hacen los zumos con agua para ingerir así más líquido, aunque, personalmente, prefiero beber el agua aparte y disfrutar de todo el sabor de la fruta. También se pueden tomar infusiones para hidratarse aún más.
Lo bueno de este plan es que es muy diurético y no pararás de ir al baño. Cuanto más vayas, mejor.
Pero, centrándonos en la fruta, me encanta la combinación de pera y fresas, por ejemplo. Está deliciosa… Pero hay muchas más. Prueba al levantarte el pomelo, las uvas rojas y los arándanos en zumo. Sigue a media mañana con manzanas Grany, naranjas, pepino y limón (puedes añadirle un poco de menta). El zumo de arándanos rojos es también de mis preferidos: dos manzanas rojas grandes, una pera verde grande, media taza de arándanos, un tallo de apio y un pepino pequeño. También me encanta el de ciruelas: ¾ de ciruelas picadas, dos peras verdes, un pomelo amarillo, ¼ de limón pequeño y un tallo de apio.
Para media tarde preparo uno de limón, menta, pepino y cayena. Y para cenar, uno de piña, manzana y Kiwi.
Hay infinidad de combinaciones y yo siempre recomiendo que cada uno tome la que más le guste. Por supuesto, no tienes que tomar toda la fruta en zumo, también puedes comerla entera, pero los zumos siempre resultan más cómodos, sobre todo si estás en la calle.
Yo recomiendo hacer este plan un día cada 10 si te atreves. Eso sí, cuando vuelvas a tu dieta normal hazlo progresivamente, no de manera brusca. Ya verás cómo te vas a sentir mucho mejor después, como más saludables y con más energía.
Pruébalo y ya me contarás, pero estoy segura de que una vez que lo pruebes por primera vez, ya no podrás estar sin él.
¡Hasta el próximo post!