Ashwagandha y mantén a raya el estrés
La Ashwagandha es un arbusto de hoja perenne que crece en Asia y África y que se utiliza desde hace miles de años como planta medicinal. Hoy en día, esta planta se emplea para combatir el estrés, disminuir el cansancio y la fatiga, y tener un plus de energía y vitalidad.
Es una hierba tradicional india, también conocida como Withania Somnifera, muy utilizada en el ámbito ayurvédico. Es un tratamiento absolutamente natural y vegano que no utiliza alcoholes ni disolventes químicos. Además, combina con vitaminas B6 y B12. Y, como única contraindicación, no debe utilizarse como sustituto de una dieta variada y equilibrada.
Este arbusto de frutos anaranjados y amarillos, que pertenece al grupo de las solanáceas, se caracteriza por crecer en países del sudeste asiático como, por ejemplo, en la India donde lleva usándose como remedio casero desde hace más de 2.000 años, debido a su capacidad para mejorar los niveles de energía o la fuerza.
Así que, si estáis experimentando una época de mucho estrés, esta planta os va a encantar dado que contiene sustancias químicas que pueden ayudar a calmar el cerebro y a disminuir la presión arterial, mejorando el descanso diario.
La vuelta del verano y de las vacaciones siempre nos produce una sensación de tristeza, y la vuelta al trabajo y a la rutina genera mucho estrés, así que es el momento adecuado para hacer uso de esta planta medicinal.
La Ashwagandha se ha utilizado tradicionalmente como compuesto adaptógeno, es decir, aquellas sustancias que, tal y como indica la propia palabra, se adaptan a las necesidades de la persona que las ingiere. En el caso de la Ashwagandha, este compuesto natural ayuda a compensar los efectos nocivos del cortisol (hormona del estrés).
A diferencia de lo que se cree, debe aclararse que no es malo tener un nivel elevado de cortisol en un momento puntual. Lo que de verdad puede resultar nocivo para el organismo es mantener unos niveles altos de esta hormona durante un tiempo prolongado, ya que se puede dar lugar a un desequilibrio del balance ‘leptina y grealina’ (las hormonas que controlan la sensación de hambre). Además, los altos niveles de cortisol provocan un desequilibrio del estado de ánimo y, con ello, suele crearse una tendencia peligrosa de compensar la bajada de ánimo con la ingesta compulsiva de comida, sobre todo con el picoteo nocturno y el consumo de azucares simples.
También ayuda a conciliar el sueño, mejorar la concentración e, incluso favorece un buen rendimiento atlético, un dato que, tras la vuelta posvacacional a la rutina, nos puede venir muy bien para afrontar nuevos retos físicos.
Curiosamente, también podría incentivar y potenciar la memoria, mejorando la función cognitiva y la velocidad de pensamiento. Incluso, sumergiéndonos en el terreno sexual, se ha estudiado que podría interferir positivamente en la fertilidad de los hombres ayudando a aumentar los niveles de testosterona.
En los últimos años su uso se ha popularizado convirtiéndose en la última vanguardia gastronómica.
Lo habitual es encontrársela preparada ya en cápsulas y su toma no difiere a la de cualquier otro suplemento, pero también se pueden adquirir sus raíces para proceder a su trituración hasta convertirlas en polvo y, después, ir añadiéndolo a diferentes platos o bebidas como si se tratase de una especia. También lo podéis comprar ya preparado.
Si no sabéis bien si los sabores van a cohesionar, siempre podéis probar y preparar un vaso de Moon Milk, una de las tendencias culinarias que hasta hace unas pocas semanas no hemos parado de ver en redes sociales bajo potentes colores y cuyo ingrediente principal es la leche (indistintamente de que sea de vaca, de patata o de almendras). Se recomienda tomar antes de ir a dormir para ayudar a conciliar un sueño reparador:
Ingredientes:
- Ashwagandha
- Jengibre en polvo
- Cardamomo verde o negro
- Canela molida
- Valeriana
- Regaliz en rama
- Semillas de hinojo
- Clavos de olor
- Nuez moscada
- Pimienta
- Bebidas vegetales o leche
- Mantequilla
- Cacao puro en polvo
Esta receta combina las propiedades de la Ashwagandha junto a otras especias como la canela, cúrcuma, nuez moscada, miel y un chorrito de aceite de coco.
El paso a paso es bastante sencillo: tan solo hay que calentar la leche mientras mezclamos bien todas las especias, para después añadirlas a la leche mientras se sigue calentando. Por último, incluir, antes de beberla, un poco de miel para terminar de endulzarlo y, ¡listo!
Para este tipo de recetas se puede optar por comprar este sobre de polvo orgánico de Ashwagandha de Yogi Organics.
También podéis incluirla en algunos postres o en batidos con sabores suaves como, por ejemplo, de chocolate o plátano.
Y si sois más de salado, espolvorearla en ensaladas como si se tratase de una especia. Incluso en ¡sopas o cremas!
Para aprovechar todos los beneficios de esta planta medicinal y además cuidar a fondo nuestra piel, me encanta el colágeno UNIQUE VIOLET COLLAGEN, el colágeno de última generación que se nutre de los efectos positivos de la Ashwagandha. Se ha formulado a partir de una mezcla de extractos naturales de plantas ricas en antioxidantes naturales, vitaminas y minerales, entre los que se incluye la Ashwagandha. Todas las propiedades de estos compuestos naturales se combinan, a su vez, con los beneficios del colágeno, mejorando la relajación mental, muscular, la salud digestiva y garantizando los procesos metabólicos nocturnos.
Con el uso diario de Unique Violet Collagen se obtiene, además, una piel con aspecto renovado y descansada, con poros menos evidentes y menor contenido de grasa. Al mismo tiempo, ayuda a promover la producción de colágeno y elastina, combate los efectos perjudiciales provocados por el estrés celular debido a los altos niveles de cortisol, mejorando la relajación y, con ello, la calidad de sueño, gracias a su fórmula única que combina melisa, pasiflora, amapola californiana, manzanilla y magnolia.