LAS ABEJAS HACEN MUCHO POR NUESTRA PIEL

telecinco.es 27/05/2022 13:39

Gracias a la actividad de las abejas, obtenemos miel, polen, jalea real y cera, materias orgánicas muy valoradas desde hace más de 2.000 años por sus propiedades nutritivas, antioxidantes, antibacterianas y antifúngicas. Por eso, la industria de la belleza las emplea como base para muchas formulaciones cosméticas y hoy me gustaría contaros algunas de sus propiedades.

Sin duda, hay que hablar de las magníficas propiedades de la cera de abeja para la piel. Esta sustancia grasosa producida por las abejas se usa de forma habitual para elaborar muchísimos productos cosméticos, como jabones, lociones, cremas, etc., pues resulta ser muy beneficiosa para la salud y belleza de la piel, ayudando a que se mantenga perfectamente hidratada, más joven y luminosa. Cuenta con propiedades emolientes, antienvejecimiento, calmantes, antisépticas, antiinflamatorias, regeneradoras..., por lo que es un ingrediente que debemos incorporar a nuestra rutina de belleza para brindarle mejores cuidados a la piel y potenciar al máximo nuestro atractivo.

La cera de abejas es un ingrediente que las abejas producen para formar la estructura de los panales y brindarles a estos la protección que necesitan para mantenerse en perfectas condiciones. Concretamente, la cera se produce en las glándulas localizadas en el abdomen de las abejas jóvenes, y su producción necesita de un importante esfuerzo por parte de las abejas, ya que, para producir 1 kg de cera, una abeja debe consumir entre 4 y 12 kg de miel. Tiene una consistencia grasa y la utilizan para crear todas las secciones que conforman los panales, en las cuales se almacena, posteriormente, el polen.

La cera se extrae, mediante un proceso en el que se aplica calor, para poder usarla a nivel doméstico, cosmético e industrial. Entre otros, se utiliza para la elaborar diversos productos, como velas, crayolas, cosméticos, cremas para la piel, bálsamos labiales, productos para pulir muebles, tratamientos para cuero, etc.

Destaca por ser muy rica en componentes antioxidantes y vitamina A. Estos son sus principales beneficios:

Hidratante y nutritiva: tiene la capacidad de atrapar la humedad natural y crear una capa protectora en la piel, lo cual evita la deshidratación y sequedad de la misma. La protege de los daños que puedan causar los agentes externos y la mantiene bien hidratada y con una suavidad extrema.

Reduce las cicatrices: cuenta con propiedades cicatrizantes muy potentes que ayudan a reducir la visibilidad de aquellas marcas que hayan dejado las heridas en la piel. Esto sumado a sus efectos hidratantes, la convierte también es un estupendo remedio natural para eliminar estrías.

Blanquea la piel: ayuda a unificar el tono de la dermis, reduciendo la coloración de aquellas zonas que tienden a oscurecerse con más facilidad.

Más luminosidad en el cutis: aplicada como mascarilla o crema sobre la piel del rostro, aporta un extra de luminosidad y deja el cutis con una apariencia más radiante y sin impurezas.

Preserva la juventud de la piel: al tener componentes antioxidantes, actúa como un buen producto antiedad. Consigue frenar la acción de los radicales libres, los cuales causan un envejecimiento prematuro y que las células que conforman la piel se oxiden, dando paso así a la aparición de arrugas.

Calma la piel irritada: posee propiedades analgésicas, antibacterianas y antiinflamatorias, las cuales permiten sanar la piel dañada con más rapidez y aliviar las irritaciones, el enrojecimiento, el escozor, etc.

Otra de las grandes propiedades que nos ofrecen las abejas es la Apitoxina. Es la denominación científica de la sustancia que trasmiten las abejas al picarnos. Ese veneno se extrae de dos tipos de abejas diferentes: las latinas y las griegas toxikon y es donde se encuentran sus dos principios activos: la garra del diablo y el betasitosterol. Ambos, con unos efectos utilizados en apiterapia y que se remontan al Antiguo Egipto, Grecia o China. La apitoxina se ha utilizado a la largo de la historia en la medicina como analgésico y antimicrobiano, además de tener múltiples beneficios para la piel. Posee propiedades tensoras y reafirmantes que ayudan a disimular las arrugas y líneas de expresión y reafirmar el óvalo facial. También estimula la producción de colágeno en la piel para mantener su elasticidad.

La Apitoxina también es una solución natural de masaje, eficaz en cremas de efecto frío. Las cremas efecto frío y calor se han convertido en tendencia en los últimos tiempos ya que, cada vez hacemos más deporte con el consecuente aumento de las lesiones de ámbito muscular o articular, adoptamos con frecuencia malas posturas al sentarnos o cometemos imprudencias a la hora de realizar trabajos físicos.

¡Y qué os voy a contar de lo maravillosa que es la miel de abeja y todos los beneficios que porta a la piel y a nuestra salud en general!

La miel de abeja contiene cualidades Nutracéuticas, es decir, propiedades alimenticias y curativas haciendo maravillas cuando actúa en la piel.

La miel es hidratante, revitalizante, suavizante, antioxidante y nutritiva; ideal para todo tipo de piel, ya que funciona perfecto para limpiar en profundidad y eliminar toxinas.

A la miel, se le atribuyen propiedades antibióticas, siendo un excelente antiséptico para las lesiones de la piel. Aumenta la capacidad de resistencia del organismo a las infecciones, convirtiéndose en un cicatrizante y regenerador de las células de tejidos lesionados por quemaduras diversas, heridas y úlceras. Otras propiedades en la piel son anti prurito y desinflamante contra picaduras de insectos.

Desde la antigüedad, la miel ha sido una gran aliada en la cosmetología, principalmente en las cremas de belleza; también en mascarillas, lociones y ungüentos post- baño. La miel es utilizada en mascarillas y se asocia a los masajes, nutriendo los tejidos epiteliales y estimulando la circulación superficial a nivel de los capilares.

Dependiendo del propósito o del problema de piel que se tenga, se pueden usar diversos tipos de mascarillas:

Miel con limón, para aclarar la piel.

Miel con propóleo, para problemas de acné, ayuda a destapar las glándulas sebáceas.

Miel con aceite de almendras, para suavizar y como antiarrugas.

Miel con polen y propóleo, contra las manchas de la piel, ocasionadas por exposición frecuente al sol.

Miel, glicerina y jugo de limón, contra la irritación de la piel por insolación.

Al ser un alimento natural, lleno de propiedades y beneficios, posee una versatilidad inmensa, que además le permite complementarse con otros ingredientes naturales, por ejemplo, para una piel/cabello seco, se sugiere mezclar miel con aguacate, al ser rico en grasas buenas y vitaminas, permite una hidratación profunda.

Otra recomendación es mezclarla con avena en polvo, para crear un exfoliante de limpieza profunda y obtener una piel suave.

Nunca es tarde para consentir a nuestra piel, tenemos que aprender a amar y cuidar a las abejas que nos ofrece