Bio
Hace 30 años tuve un jefe -tiempos de prensa escrita- que se empeñó en sacarme de un confortable Congreso para encomendarme la oscura Audiencia Nacional. Sin gabinete de prensa ni Google al que consultar, con el tiempo empecé a distinguir un auto de una providencia, a tratar con terroristas, corruptos, jueces.... e incluso con gente normal. Por esa época, siglo pasado, Telecinco me llamó para que hiciera lo mismo que en el periódico, pero con una cámara delante. Sigo aprendiendo.