Bio
Mi abuela dice que cuento cosas y por ahí me llaman la “chica del fuego” porque me paso los veranos cubriendo incendios, aunque también soy “la del tiempo”. No porque sea meteoróloga sino porque vivo en Galicia y ‘se chove, que chova’. Me gusta tanto locutar que me he convertido en la voz del GPS de mis amigos, quizá también porque a nadie le gusta guiar. Y tranquilo que si no me encuentras por aquí, en estas páginas, seguramente esté en la calle contando historias.