Meli Camacho y María Teresa Campos fueron amigas durante décadas. Es más, asegura que es una de las personas que vivió más de cerca la relación de la presentadora con Edmundo Arrocet. Meli rompe su silencio en 'Semana', tacha de "farsante", asegura que la relación fue un "calvario" para Teresa y afirma que "despreciaba" las muestras de cariño de María Teresa.
Le define como un “mentiroso” y “novelista”. Meli recuerda que su amiga le decía que el ser humano solo puede aguantar tres grandes problemas a la vez y tiene claro cuáles fueron los de Teresa: los problemas en la venta de su casa primero, luego la decepción con Edmundo y por último el laboral.
Recordaba que se conocieron en televisión, en el programa de Teresa. Él decía estar triste por el fallecimiento de su mujer y Teresa estaba afectada por el problema de salud de Terelu Campos: “Él se aprovechó de la debilidad de mi amiga”.
Al parecer, la conquista empezó con “mensajitos” hasta que Teresa pidió a Meli que le recomendara un restaurante alejado de focos. Lo que no entiende es que la mesa, que ella no reservó, estuviera “estratégicamente” colocada “para que fueran retratados”: “Allí comenzó el romance y el negocio para otros”.
Meli asegura que Edmundo era “cruel” con Teresa porque le creaba “un estado constante de ansiedad y angustia”: “Tan solo los primeros meses de relación era divertido”. A partir de ahí, se convirtió en un “calvario” para la presentadora: “Ella guardaba silencio”.
Cree que el humorista “se inventó una vida”, un papel que Teresa creyó, pero luego se habría dado cuenta de que era “un fabulador”: “Le dije ‘Si quieres te lo quito de encima’. Ella se lo pensaba, pero después no se atrevía. Solo cuando estaba sobrepasada me decía ‘¡Llévatelo!’”
Es más, asegura que Edmundo “maltrataba verbalmente” con sus actitudes a las personas que trabajaban en casa de Teresa: “Las echaba. Es un farsante con piel de encantador”.
Meli está verdaderamente indignada con “la falta de empatía” que vio por parte de Edmundo hacia Teresa y es que narra momentos como cuando Teresa fue a abrazarle estando en una tumbona: “Se fue, esto era todos los días, despreciaba las muestras de cariño de Teresa”.
“Hay escenas del último año que no quiero contar. Sería traicionarla y traicionarme", concluía.