Cuando Sandra ya estaba lejos de Jesús y estaba retomando su vida, tuvo lugar un horrible episodio. Al volver de una cena con su hija y una amiga suya, Jesús empezó a seguir al coche de Sandra con el suyo hasta casi sacarlas de la carretera. Sandra tuvo un ataque de ansiedad pero supo controlar el vehículo hasta que su maltratador se marchó. Después, puso una denuncia en la Guardia Civil y Jesús volvió a ser condenado a prisión.