Estando Sandra embarazada, Jesús fue detenido por conducir sin carnet e ingresó en prisión. Acumulaba las llamadas que podía hacer a diario para realizarlas el mismo día y saturar el móvil de Sandra, a quien insultaba y prohibía salir a la calle. Sandra sentía tanta vergüenza, que no le contó a nadie que su novio iba a estar preso durante 6 meses. Al salir, la relación fue todavía a peor.