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Josué aún está asimilando lo que ha conseguido en 'Alta tensión': se ha llevado el bote más alto en la historia de Cuatro con 693.000 euros.
Entrevistamos al concursante pocas horas después de llevarse el premio y conocemos mejor a este hombre que se ha convertido en un claro ejemplo de superación.
Lo primero que nos llama la atención es que Josué está trabajando cuando le llamamos, por lo que ha decidido continuar con su día a día y no hacer una parada.
Josué trabaja como operario de producción en un laboratorio farmacéutico, donde sigue acudiendo cada mañana con total normalidad. A pesar de todo, admite que el premio ganado le "asegura el futuro a medio plazo".
Sobre qué hará con tanto dinero, Josué lo tiene claro: "Quiero comprar mi propia vivienda y tener un buen dinero guardado para acudir a los eventos de los JJOO de París 2024", nos cuenta.
Josué trata de explicarnos lo que sintió al acertar la última palabra que le convertía en el ganador de los 693.000 euros acumulados: "Se sienten muchas cosas: euforia, alegría, emoción, éxtasis, ultra satisfacción... Pero yo me quedo con el alivio que supone lograrlo".
Además, admite que nunca perdió la esperanza de hacer historia y que siempre que llegaba al 'minuto diabólico' sentía que podía ser su día: "Siempre he tenido ese presentimiento porque es una oportunidad que igual no vuelves a tener".
Nada más llevarse el premio, Josué emocionaba a todos con su historia de superación: "Yo tengo Síndrome de Asperger y con lo que he conseguido hoy quiero demostrar que las personas que tenemos dificultades psíquicas o mentales podemos aspirar a grandes cosas como estas. Podemos ser una persona como todas, conseguir lo que nos propongamos y lograr metas que personas que nos mal etiquetan no quieren que logremos", contaba Josué ante toda España.
Cuando le preguntamos qué suponía para él estar en 'Alta tensión', el concursante lo tiene claro: "Para mí suponía un gran reto estar en ese plató, pero esa experiencia me ha aportado sobre todo la confianza para afrontar un programa como este. Y como persona, me ha ayudado a sacar cierta extroversión que pensaba que no tenía".
Cuando le preguntamos por su mejor y peor problema en el programa, el concursante también lo tiene claro: "El mejor momento, aparte de llevarme el bote, fue cuando llegué a mi primer 'minuto diabólico', porque sentí que mi esfuerzo estaba mereciendo la pena. El peor fue en mi tercer programa, cuando en las dos primeras pruebas mandé (sin querer, esos sí) los atriles a cero y me sentí muy apagado".
Josué tiene claro que el lado humano de su experiencia en 'Alta tensión' es el que más le ha marcado: "Me quedo con la experiencia humana que ha supuesto para mí haber conocido a muchas personas, la mayor parte rivales en pantalla. Al final, cuando estás muchos días en el estudio, conoces gente, esa gente te conoce y con el paso del tiempo se pueden forjar amistades que van más allá de lo que uno ve por la televisión".
El ganador anima a todo el mundo a cumplir sus sueños y a no dejarse llevar por sus miedos: "A todas esas personas que no se deciden a dar el paso les diría que se olviden de sus complejos, que no duden en dar ese paso y que luchen por sus sueños, ya que así sus sueños lucharán por ellos".
Aunque a grandes rasgos asegura que su vida seguirá siendo la misma, Josué admite que este premio le ayudará en su día a día: "Si dijera que haber ganado este premio no cambiaría mi vida, mentiría. Siempre hay algún cambio. Mi rutina será la misma, eso sí, pero habrán más cosas extraordinarias".