Soraya se apuesta con Mauricio que Chema no es un llorón. Si gana Soraya, Mauricio tiene que ir a donar sangre y si gana el hostelero, la camarera va a tener que acompañarle a una corrida de toros. Por otra parte, Barajas se ha enamorado de una repartidora que sirve en la tienda de Chema cada mes. Lleva casi un año viéndola y lo máximo que ha hecho es sonreírle a lo lejos. Por eso Luisma decide ayudarle a que conquiste a la chica.