Tras la declaración de sus padres, Valeria se presentaba por sorpresa en los juzgados de Santiago en los que está teniendo lugar el juicio por el asesinato de su hermana Diana, para ver la sala en la que ella quería estar hoy presente. Quizá era una forma de visualizar el momento en el que tendría que escuchar las declaraciones de los testigos del caso y, así, llevarlo algo mejor.
Sin embargo, este ejercicio psicológico no ha tenido efecto. Valeria ha tenido que abandonar la sala, destrozada por lo que estaba escuchando sobre las preferencias físicas de Enrique Abuín. Rosario, la exmujer del acusado, describía a Vanesa, la cuñada a la que también violó -presuntamente- y, al darse cuenta que era "morena y alta" como su heramana, Valeria no lo ha podido soportar. En principio, Valeria llegaba "con la fuerza que le estaba dando Diana", pero las declaraciones han sido demasiado duras para ella.
En la segunda sesión del juicio, Enrique Abuín relató cómo se deshizo del cuerpo de la joven: “Metí el cuerpo en el pozo y le puse un bloque a cada lado”. Previamente, aseguró que Diana le sorprendió robando gasoil de unos camiones y que la mató "inintencionadamente" porque no quería que le delatara. Sobre la violación también se declaró inocente y la negó rotundamente.