Ahora que estamos en lo que ya se denomina la segunda oleada del coronavirus, José Araque ha cogido un ave desde Madrid hasta Toledo y ha cruzado las fronteras de Castilla y La Mancha poco después de que el presidente de dicha comunidad dijera que Madrid es una "bomba radiactiva vírica" y, por tanto, el epidentro del contagio del virus en España.
El reportero de 'Ya es mediodía', con la mascarilla rigurosamente puesta, ha comprobado por sí mismo que, al entrar en la estación y también al tren, nadie le ha tomado la temperatura ni ha tenido que pasar ningún control anticovid. La única medida excepcional que ha notado es la entrega que le han hecho las azafatas al presentar el billete (digital, para no tocarlo), pues le han dado una toallita desinfectante.
Lo mismo le ha ocurrido al llegar a la estación de Toledo donde, ante las importantes quejas de García Page, podría haber algún dispositivo que frenase la "radiación" madrileña. Sin embargo, en cuestión de media hora, el reportero se ha bajado en una ciudad nueva con total normalidad.