“Ay, Dios mío”, es lo primero que ha pronunciado Sonsoles Ónega al tener la sensación de que una furgoneta se acercaba de forma peligrosa hacía nuestra reportera Inma Rivas, desplazada a las puertas de la urbanización en la que vive Rocío Carrasco junto a su marido Fidel Albiac.
Sonsoles Ónega ha conectado en directo con Inma Rivas y antes de que pudiera intercambiar palabra con la reportera ha visto como una furgoneta de reparto le pasaba a escasos centímetros. Con el susto en el cuerpo, Sonsoles ha tenido la sensación de que Inma Rivas ni se había dado cuenta de lo sucedido, pero no había sido así.
Inma había sido consciente del paso de la furgoneta cerca suya y ha comentado que no había sido la única porque la entrada de la urbanización se había convertido en un constante ir y venir de furgonetas de reparto con regalos de cumpleaños para la hija de Rocío Jurado.