En primicia, ‘Ya es mediodía’ ha tenido acceso a la entrevista más personal de Tamara Falcó, la actual marquesa de Griñón e hija de Isabel Preysler, quién atraviesa un fantástico momento personal y profesional, y confiesa estar encantada con su actual pareja en la revista Vanity Fair.
Hace tan solo dos meses que Tamara Falcó tomó posesión de su título de marquesa de Griñón y el equipo de la revista Vanity Fair ha querido hacer gala de su perfil aristocrático y destacar su elegancia innata y libre de artificios porque según ella, rica no esa “Muy rica no. No me puedo quejar porque me va bien, pero rica son otras palabras”. Tamara tiene claro que hay que tener cuidado con el dinero y no dejar que controle tu vida, aunque ella no duda en darse algún capricho de vez en cuando y confiesa que le gusta vivir bien.
A punto de cumplir los 40 no se reconoce en algunos momentos de su pasado y asegura que su naturalidad ha sido para ella una cruz en ocasiones. En este momento le llueven las ofertas de trabajo y lleva un año de relación con Iñigo Onieva. A estas alturas Tamara siempre imaginó que ya sería madre, pero está disfrutando de su relación. Asegura que le fascina estar con su pareja y que es una persona llena de alegría y positividad que no para quieta.
Tamara no descarta que Iñigo llegue a convertirse en el marqués de Griñón y durante la entrevista no puede evitar acordarse de su padre y de su triste y repentina muerte por coronavirus sin embargo, Tamara consiguió reprimir sus lágrimas porque “los dramas no son elegantes”.