Dejando de lado su amistad con Rocío Carrasco, Isabel Rábago ha vuelto a intentar mostrarse neutral en la historia que comparten la hija de Rocío Jurado y Antonio David Flores, y no solo ha reconocido que Antonio David no llamaba a la prensa para que fuera a ver a los niños, sino que ha asegurado que ella no lo hizo bien: “Yo era de las que no levantaba la cámara cuando estaban los niños”.
Isabel Rábago, como periodista y estudiante de Derecho, ha intentado darnos más detalles sobre la sentencia que libraba a Rocío Jurado de pagar mil millones de pesetas a Antonio David por las declaraciones sobre él que dio en la entrevista que le concedió a Mirtha Legrand. Según ha explicado unos de los motivos de que el Supremo diera la razón a la cantante fue que Antonio David también había aireado las intimidades de su divorcio de Rocío Carrasco.
Momento en el que ha salido a recudir el supuesto uso que Antonio David Flores hacía de sus hijos como moneda de intercambio ante la prensa y en el que Ángela Portero ha querido dejar claro que el ex guardia civil no les llamaba para que fueran al colegio ni a las puertas de la urbanización en la que vivía Rocío Carrasco. “¿Te llamaba David o te mandaba yo?”, le ha preguntado a una Isabel Rábago que ha reconocido que iba por petición de su jefa, que era Ángela en ese momento, y que ella no era de las que dejaban de grabar porque hubiera un menor en la escena “Yo era de las que no levantaba la cámara cuando estaban los niños”. Algo de lo que no se ha mostrado orgullosa.
Ángela ha explicado que el hecho de entregarse los niños en la puerta y saber que el intercambio se producía los días 1 y 15 de cada mes, propiciaba la afluencia máxima de la prensa del corazón.
El 18 de septiembre de 2002, fue el día en el que Rocío Jurado cumplió 56 años y recibió la noticia de que no tenía que pagar mil millones a Antonio David Flores. Una noticia que comentó públicamente y que terminó celebrando con una botella de champán.