Un año después de su supuesta agresión a un ciudadano que le pidió un autógrafo y le increpó ante su negativa en el barrio madrileño de Malasaña, Íñigo Errejón vuelve a sentarse ante el juez para ratificar su inocencia y con la esperanza de que tal asunto termine de una vez. Mientras que su denunciante asegura que con un perdón hubiera sido suficiente.
Después de que la Audiencia Provincial de Madrid apartara a la anterior jueza del caso por posible falta de imparcialidad, Íñigo Errejón, diputado de Más País, se ha vuelto a sentar ante el juez en los Juzgados de Plaza Castilla para demostrar su inocencia ante la acusación de un ciudadano que asegura que le dio una brutal patada en el estómago en mitad de un rifirrafe en plena calle.
Ante el juez, el diputado de Más País ha ratificado que no hubo patada y ha asegurado que jamás le ha dado una patada a nadie. Sí reconoce que hubo un rifirrafe y que empezaron a increparle y no paraban de llamarle ”Rojillo”. Errejón mantiene su inocencia y espera que el asunto termine cuanto antes “Espera que el tema se dé por finalizado”.
Durante el juicio han declarado tres testigos por cada parte y tres agentes que recogieron toda la información, que aseguran que las imágenes de las cámaras de seguridad son de muy mala calidad y no muestran ninguna agresión de forma clara.
Errejón se enfrentaría a una condena de máximo dos meses y a una cuantía económica que podría variar en función de su sueldo, quién asegura que varía entre 4.000 y 4.500€ mensuales.
A la salida de los Juzgados, Alberto, el hombre que ha denunciado a Íñigo Errejón por una supuesta patada en la zona del estómago tras un rifirrafe en la vía pública, ha hablado en directo con Inma Rivas para ‘Ya es mediodía’. El denunciante mantiene su versión al igual que el diputado de Más País “Sí, sí, lo sigue negando y yo sigo manteniendo que me dio la patada y por eso estoy aquí…”.
Asegura que la existencia de las cámaras de seguridad le animaron a denunciar “¿Si no hay cámaras quién se atreve a denunciar a un diputado?” aunque, mantiene que estaban muy lejos y no muestran lo que sucedió con claridad “Fue una patada de desprecio de “estás estorbando, vete de aquí” y reconoce que su actuación tampoco fue del todo correcta “No venía a cuento que le dijera que le estaba poniendo a parir en internet, eso es verdad” y niega que tras el golpe volvieran a cruzar palabra “Una vez que me da la patada, yo no he vuelto a hablar nada más con él”.
“He estado dos años haciendo cine, he tenido mi negocio… Soy un señor conocido en el barrio”, asegura Alberto para negar que el joven que le acompañaba fuera su amigo. Además, nos ha explicado que no ha tenido ningún contacto posterior con el diputado “Ninguna, ni me ha mirado” y que hubiera sido capaz de retirar la demanda con un simple perdón “Me hubiera conformado con el perdón… Incluso el periódico que habló mal de mí, me dijo que era amigo de Íñigo Errejón y le dije que no me importaría hablar con él y arreglarlo”.
El tiempo ha conseguido curar su supuesta herida y ya no le duele el estómago “Tengo una salud de hierro, en estos años me han hecho cinco operaciones… Soy un luchador”. Ahora es el momento de que un juez tome una decisión sobre el asunto.