Los síntomas que anuncian que tu hijo pasa demasiado tiempo jugando a videojuegos
‘Ya es mediodía’ habla con Matías Real, psiquiatra del menor ingresado en Castellón por adicción al juego Fotnite
Matías Real, psiquiatra: “Lo primero y más importante es que los adultos hagan caso de la edad recomendada de los videojuegos”
Los expertos no recomiendan que los menores entre 9 y 14 años pasen más de una hora delante de un videojuego
‘Ya es mediodía’ ha conectado en directo con el psiquiatra Matías Real, unos de los especialistas que ha tratado al menor ingresado en Castellón debido a su adicción a un videojuego para saber cuáles son los síntomas que dan la voz de alarma sobre el efecto negativo de los videojuegos en los menores.
Ante cuáles eran los síntomas que presentaba el menor que ha tenido que ser ingresado en la Unidad de Psiquiatría del Hospital de Castellón, Martín Real ha explicado que se trataba de un menor cuyo aumento en el uso de las pantallas iba en aumento y que había dejado de lado actividades diarias como la higiene o la alimentación. El experto ha explicado que hay que diferenciar entre “qué es una adicción o un comportamiento” y valorar tanto “el tiempo dedicado al juego como a pensar sobre el juego” y “cómo se reacciona a la hora de limitar el tiempo”.
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El primer paso ante la detección del problema seria acudir a la atención primaria para hablar con un profesional. En el caso del menor de Castellón “Se actuó como una desintoxicación como si se tratara de una sustancia química”, pero son muchas las acciones que se pueden realizar de forma previa.
Respecto al tiempo que es recomendable que un menor esté jugando a un videojuego, Matías Real ha explicado que es algo que depende de muchos factores, que es muy importante que “los adultos hagan caso de la edad recomendada de los videojuegos”, “que hasta que no empiecen la primera que no tengan contacto con las pantallas y cuando lo tengan sea acompañados y con explicación” y que “Si estamos hablando de un adolescente entre 9 y 14 años en periodo escolar, no sería recomendable que estén más de una hora”.
Sobre todo las dos señales que darían la voz de alarma de un problema del niño serían: el tiempo va en aumento y desplaza otras actividades o la irritabilidad y malestar, y que no se está descansando con normalidad.