Marcos Méndez, en directo desde un barrio residencial de la ciudad ucraniana de Kiev nos ha mostrado en directo cómo un edificio residencial seguía desprendiendo humo tras haber sido objetivo de las bombas rusas, quién han intensificado el ataque a las zonas civiles en la capital. Y nos ha dado la última hora sobre una ciudad que sigue resistiendo y que está a punto de enfrentarse a un toque de queda de 36 horas.
Con la ciudad de Kiev resistiendo tras 20 días de batalla, los barrios residenciales se han convertido en el nuevo objetivo de Putín en la capital de Ucrania. En directo, el reportero Marcos Méndez nos ha mostrado el sonido de las bombas que estaban cayendo a pocos metros de allí, sobre una zona residencial en la que hay colegios. Bombas que eran contrarrestadas con el sonido de la artillería ucraniana que sigue impidiendo el acceso ruso a Kiev.
Ayer fueron dos barrios residenciales y hoy han atacado otros dos barrios residenciales y una zona comercial. Parece que los rusos no consiguen entrar por tierra a la ciudad de Kiev y habrían cambiado la técnica y estarían intentado amedrentar por el aire y conseguir que los que quedan resistiendo se marchen de la ciudad. Kiev está totalmente militarizada en este momento, hay controles y trincheras cada pocos metros.
El reportero no ha parado de hacer silencios para que pudiéramos escuchar el sonido de las constantes bombas que estaban cayendo a muy pocos metros y que son el previo de un nuevo y larguísimo toque de queda. 36 horas, en las que ni siquiera los periodistas van a poder salir de los hoteles. Desde las ocho de la noche del martes hasta las seis horas del jueves, cualquier persona que se encuentre en la calle podría ser considerada objetivo de guerra.