Usera es el barrio con la tasa de incidencia más alta de España con 585 casos de coronavirus por cada 100.000 habitantes. A pesar de ello, sus vecinos hacen oídos sordos a los llamamientos de las autoridades y ni llevan mascarilla ni respetan la distancia física. La reportera Inma Rivas ha estado hoy en esta zona (a la que la Comunidad recomendó quedarse en casa para evitar los contagios) y ha acabado de lo más enfadada: “Es indignante lo que hemos vivido en Usera toda la mañana. Calles llenas, mascarilla bajada, muchos sin llevarla encima, sin distancia de seguridad,… Hemos sentido miedo porque había muchísima gente en la calle”.
La reportera ha explicado que mientras hacían el reportaje, tanto ella como el cámara han llegado a temer por su salud: “Hemos sentido miedo porque había gente muy cerca en la calle y nos ponen en peligro”. Además, cuando Rivas les preguntaba que por qué no la llevaban o la tenían mal puesta algunos tiraban de excusas, pero otros se negaban a seguir las directrices marcadas por las autoridades para protegernos de la pandemia. “No me gusta la mascarilla y si puedo no la llevo. En los jardines y los parques hay que ser libre. Obligatorio es, pero yo me lo paso”, ha dicho uno de los vecinos. Cuando Rivas le ha dicho que con esa actitud estaba poniendo en riesgo la seguridad de los que tiene alrededor, ha respondido: “Eso es lo que dicen los sistemas. Me lavo la boca con agua oxigenada para matar bacterias”.
Ya en plató, Patricia Pardo también se ha mostrado de lo más indignada con lo ocurrido: “No me extraña que Inma Rivas tenga un cabreo monumental. Quiero ser libre, dice el señor. En el cementerio de la Almudena también había mucha gente libre”, ha dicho, haciendo referencia a un reportaje emitido pocos minutos antes en el que se mostraba que los nichos de este cementerio madrileño estaban llenos por los fallecidos en la primera ola del COVID-19.