El juicio de Naiara, la niña de ocho años torturada y asesinada por su tío en el año 2017, ya ha comenzado. Se pide prisión permanente revisable para Iván Pardo, el asesino confeso del crimen. ‘Ya es mediodía’ ha hablado en exclusiva con Manuel, el padre biológico de la pequeña, que no se cree que Pardo esté arrepentido, aunque en el juicio haya afirmado que sí.
Manuel dice que siente “mucha rabia y mucha impotencia” al escuchar las declaraciones del asesino confeso. Y añade: “Él es muy frío para declarar. A pesar de que dice que está arrepentido es obvio que no lo está”.
También dice que le duele ver a su exmujer (ya estaban separados cuando se produjo el crimen) apoyar a su pareja, el padrastro de la pequeña: “No tengo palabras. No puedo creer cómo le está defendiendo a pesar de las pruebas y las evidencias que hay, igual que defiende a Nieves (la abuela)”. La madre afirma que no tenía constancia de que Naiara sufriese malos tratos por parte de sus familiares.
Ángel Moya ha dado más datos sobre el caso. Ha contado que hoy han declarado ante el juez las primas de Naiara, que en el momento del crimen tenían 12 y 15 años. Estaban presentes en la casa cuando todo ocurrió. “Iván Pardo les ordenaba 'tráeme la raqueta eléctrica, vigílala'. Intentaron pararle y recompensó a una de ellas con una descarga eléctrica”, ha dicho Moya. El periodista afirma que su declaración confirma que los malos tratos “no eran cosa de un día, sino que lo sabía más gente”.