Lorena Dacuña, a la que su familia define como una “feminista empedernida”, sí estaba al tanto de los antecedentes por maltrato a mujeres del que era su novio y que, ahora, es su presunto asesino. Ella y José Manuel Sánchez Merino se conocieron poco antes de que él entrara en la cárcel tras 8 detenciones por violencia de género y era frecuente que Lorena le visitara en la prisión. Al salir, siguieron con la relación.
Según cuenta ‘La Nueva España’, Lorena “sacó la cara” por su novio para que le sacaran de la cárcel, aunque no había hecho los cursos de reinserción para maltratadores. El pasado 4 de febrero, fue hallada muerta en su domicilio tras sufrir 20 puñaladas y, según cuenta la autopsia, su asesino estuvo sin hacer nada hasta que la vio completamente desangrada.