Adriana, la madre de la niña que murió en un hotel de Logroño el pasado domingo por la noche, está detenida e ingresada en el área de psiquiatría, pero no está colaborando con la policía. Lejos de aclarar lo que pasó en esa habitación y el por qué su madre –y la abuela de la niña- apareció también muerta en el río Ebro, Adriana dice que no mató a la pequeña y que murió de forma natural.
La familia del padre de Carolina, que estaba separado de su mujer y cuya hija vivía con él, dice que Adriana siempre fue "problemática" y que esto “se podía haber evitado”. De nuevo – y, presuntamente- un menor ha pagado con su vida injustamente las consecuencias de un proceso de divorcio.