Cuatro de los cinco miembros de La Manada (todos, menos Ángel Boza, que no estaba presente en el coche) están siendo juzgados por un nuevo caso de abuso sexual, esta vez, en Pozoblanco (Córdoba). La agresión tuvo lugar en un vehículo donde iban los cuatro y donde grabaron un vídeo en el que se les ve claramente manoseando a la víctima, cuando ésta se encontraba inconsciente. Ella misma ha declarado en el juicio y ha dicho que no se acordaba “de nada” desde que salió de la fiesta donde conoció a La Manada hasta que se encontraba sin parte de su ropa, dentro del coche.
Además de su testimonio, también ha declarado un amigo suyo, al que le presunta víctima, que se vio un moratón en el muslo cuando llegó a su casa, llamó para decirle: “Peter, me han violado”. Él ha reconocido que notó el “miedo” en su voz y que se arrepintió de habérselo contado: “Lo siento, no te debería haber llamado”. Agustín Martínez le ha preguntado que cómo notó el miedo en "una llamada tan corta" y él le ha contestado: "Porque a mí también me han agredido sexualmente".