Primeras palabras de Mainat tras publicarse que su casa se alquila para encuentros sexuales: "Tomaré medidas"
Afirma que desconocía lo que se está haciendo en su casa
El productor de televisión asegura que no vive en ese piso desde el mes de julio
‘El programa de Ana Rosa’ publica que la casa de Josep María Mainat y en la que aún vive su mujer, Ángela Dobrowolski, estaría siendo utilizada como un lugar para encuentros sexuales. De hecho, se anuncia en internet ofreciendo habitaciones “para escorts”.
Josep María Mainat rompe su silencio ante estas informaciones. El productor se desliga de todo esta situación y afirma, en declaraciones a José de Santiago al diario ‘La Razón’, que no conocía nada de lo que está pasando ya que vive fuera de ese piso desde julio: “Se ha quedado de piedra al conocer lo que hacía Ángela, dice que tomará las medidas necesarias”.
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Además, agradece el interés del periodista pero reitera que prefiere mantenerse “al margen” de lo que se dice y se publica. Por ello, está pensando en ofrecer un comunicado mejor que unas declaraciones.
El papel de Gabriel y los supuestos estudios de Ángela
Por otro lado, Isabel Rábago asegura que existe un testimonio que puede garantizar que el papel de Gabriel, supuesto amante de Ángela, en la casa era de “guardaespaldas” y no como fontanero como se había publicado.
Además, niega que Ángela dijera la verdad cuando decía estar en el último curso de la carrera de medicina: “No llegó a segundo curso”.
Primeras imágenes de Ángela Dobrowolski
La todavía mujer del productor tenía que abandonar la casa como máximo el 5 de octubre. Debería haberlo hecho por mandato judicial pero, aunque salió de la casa durante un tiempo escondida tras unas gafas de sol y una peluca, regresó poco después a la vivienda.
En ‘Ya es mediodía’ hemos podido saber que en la vivienda, además de Ángela y su supuesto amante, Gabriel, vivirá también la familia del escort. Sin embargo, ya no hay suministro de agua corriente, con lo que podrían estar yendo a un baño de un restaurante cercano para asearse, según los vecinos.