Después de casi dos años en prisión, 'El Chicle' se encuentra a la espera de que el juez dicte sentencia por detención ilegal, agresión sexual y el asesinato de Diana Quer. La vida entre rejas del acusado discurría entre su afición al deporte y las rutinas provistas en la cárcel de León pero su traslado al centro penitenciario de Txeiro han dado un giro a su actitud.
'El Chicle' ha querido hacer uso de su condición de preso peligroso y mediático y ha manifestado su disconformidad con el tamaño del patio que se le ha asignado. Además, ha amenazado con no comer si no se citaba con el director del centro y tampoco está de acuerdo con el horario de llamadas.
Tras no acceder al chantaje de 'El Chicle', el acusado ha bajado la guardia y ha cambiado su actitud arrogante por un semplante más cabizbajo. En los últimos días, apenas sale de su celda, se salta las comidas y no hace deporte. Este extraño comportamiento podría demostrar el nerviosismo que mantiene a la espera de sentencia.