La autopsia de la recién nacida que fue tirada al río Carrión en Palencia ha revelado que la pequeña murió de hipotermia, por lo que se deduce que estaba viva cuando sus padres -una mujer de 32 años y un hombre de 26- la arrojaron al río, metida dentro de una bolsa de basura y con ladrillo dentro para que no saliera a flote.
La madre de la mujer que dio a luz y se deshizo del bebé junto con su pareja (el padre de la niña), la convenció para que confesara qué habían hecho con el cuerpo y este es el resultado. Después de los análisis forenses, se desmonta la versión que dio el padre de que la niña había nacido muerta el pasado 28 de enero.