Un ruido alteraba a Joaquín Prat en el plató de ‘Ya es mediodía’ y es que un repartidor entraba en moto hasta el set para entregar un paquete al presentador. “La madre que os parió”, decía nada más ver el contenido y es que veía un producto del que ya nos habló Juan Luis Tena hace algunos días en el programa: “Sí, son patatas fritas con sabor a vagina”.
Se venden en Lituania a diez euros la bolsa y, según el envase, son solo para mayores de 18 años. “Han tardado en venir 10 días, 10 pavos nos ha costado traerlas”, decía el presentador mientras abría la bolsa. “¡No irás a comértelas! Me parece desagradable”, pero sí que lo hacían.
Israel García Juez era el primero en probarlas y negaba: “Yo apuesto por sabores más profundos y más rotundos”; “soy incapaz de establecer el paralelismo, no se parece en nada”, respondía Alfonso tras probar otra.
Para Joaquín, esto no es más que una estrategia de marketing y decía: “Saben a las que tienen como pimienta, decía tendrán un puntito de sal. Están buenas, no pagaría diez euros por ellas pero están buenas”.