El misterio sigue rodeando a la muerte de la exprincesa de Qatar. En ‘Ya en mediodía’ Carmen Lomana, amiga íntima de Kasia Gallanio aporta su punto de vista tras encontrarse en la habitación de la fallecida dos botellas vacías de Vodka, antidepresivos y un medicamento que se utiliza para combatir el alcoholismo crónico.
Carmen Lomana se siente confusa ante la noticia de que había alcohol, “Kasia se había convertido al Islam por su matrimonio, yo nunca la he visto beber”. La empresaria recalca que todo son especulaciones “si ella realmente se quería marchar de este mundo, a lo mejor pensó, bueno, me tomo dos botellas de Vodka, no le hacía falta ansiolíticos”.
Sobre los hematomas internos encontrados en el cuerpo de la exprincesa, su amiga deja claro que “hay mucha gente que sabe dar palizas sin moratones”.
La autopsia sigue sin descartar ninguna hipótesis, su abogada explica que no se quiere dar información sobre el caso. Carmen Lomana apunta que “las hijas no van a aguantar ni una sola especulación”. Se descarta que haya sufrido una sobredosis y sobre la teoría del alcohol, su amiga repite que “nunca la he visto beber”.
Además de por su conversión al Islam, Kasia Gallanio quería dar ejemplo a sus hijas y que no bebiesen “tenía mucho miedo que se las quitara el padre”. Carmen Lomana recuerda una anécdota donde discutió con sus hijas por ese mismo motivo, “tenía miedo de que dijesen que no era buen ejemplo”. En marbella veranea mucha gente de Qatar y su pánico era que se lo dijesen a su exmarido. La exprincesa de Qatar era muy reservada sobre su vida privada, sobre todo de su época con el jeque Al-Thani.
Además, las sospechas de Carmen Lomana se extiende al conocer que dejó encerrado a su perro con ella en la habitación, “si tú tienes un perrito y lo quieres, no te suicidas y lo dejas ahí”.
El exnovio de la víctima, Buce Baps explicó que “Kasia no bebía. Antes sí, pero llevaba un tiempo que nada, ni siquiera vino durante la cena” . Buce Baps sigue creyendo que la exprincesa de Qatar no acabó con su vida de forma voluntaria, ya que se encontraba muy ilusionada con un nuevo proyecto profesional, “iba a lanzar su propio vino”.
El exnovio de Kasia también contó que la exprincesa había sido atacada recientemente. “Le habían dado palizas, le habían robado. Ella no estaba segura e iba sin guardaespaldas”.