'Ya son las ocho' sigue muy de cerca la última hora de la guerra en Ucrania. Además de contactar con corresponsales en la zona, Sonsoles Ónega hablaba por videollamada con Marina, una mujer embarazada a tan solo una semana de salir de cuentas y que se encuentra en Kiev.
Desde su refugio, Marina contaba que había escuchado la última explosión que había afectado a una estación de tres. A pesar de que confesaba que se siente un poco más a salvo en el búnker, no pudo ocultar su preocupación ante su inminente parto.
Por otra parte, el programa analiza una de las claves que podrían frenar a Putin: los oligarcas rusos. Después de las sanciones económicas que Rusia está sufriendo por parte de la Unión Europea con motivo de su invasión a Ucrania, el gobierno de Putin ha admitido que siente una "gran presión". Y si bien ha amenazado con una guerra nuclear, muchos oligarcas rusos están dispuestos a abandonarle.