Con tan solo catorce años, Andrés decidió crear una cueva en la parcela de sus padres tras un rifirrafe con su madre. Todo comenzó cunado la madre de este alicantino le dijo que se cambiase de ropa para salir a jugar, o sino se quedaría todo el fin de semana en casa. Él escogió la segunda opción, y muy enfadado comenzó a cavar una cueva utilizando una pala.
Seis años después, Andrés ha construido prácticamente una vivienda en esta cueva que tiene wifi y electricidad. Velas, calefacción, y hasta un equipo de música ha instalado el de La Romana en su nueva casa. 'Ya son las ocho' se desplaza hasta allí para conocer más sobre esta curiosa noticia.