Georgina Rodríguez sube como la espuma. Ahora todo el mundo quiere probar la misma secallona que ella come. La carnicería de Graus en la que compra no da a basto con todos los pedidos internacionales que recibe cada día: "Nos llaman, sobre todo, desde Centroamérica".
Se trata de un embutido hecho con carne de cerdo que se mezcla, se condimenta, se embute y se le da forma de herradura. Y, sobre todo, se trata de uno de los productos estrella en casa de los Ronaldo Rodríguez.
Las ventas se han disparado en las tiendas en las que la mujer de Cristiano compra estas longanizas. Cada día reciben miles de pedidos desde todas las partes del mundo que llegan a agotar el producto.
Sin duda, Georgina es una gran embajadora de ibéricos, pero también lo es de su tierra. La modelo ha mostrado Jaca, su pueblo, cuyo alcalde está más que agradecido por haber dado una publicidad impagable que ha disparado el turismo.