Pocas horas después de la tragedia, dos de los heridos en el Medusa Festival presentaban denuncias contra la organización del evento. Según quedaba registrado en las redes sociales, a las nueve de la noche del viernes algunos de los asistentes ya grababan cómo parte del escenario se desprendía pero hasta las cuatro de la mañana no se producía el reventón térmico, ¿fue todo a causa del fenómeno meteorológico o realmente ha sido un fallo de montaje?
Mientras los heridos continúan recuperándose ahora toca también investigar si además del fuerte viento se ha cometido también alguna negligencia. ¿Se siguieron todas las medidas de seguridad que requiere la organización de este tipo d eventos? El equipo de investigación de 'Ya es verano' se ha puesto manos a la obra y ha podido hablar con un responsable de una de las empresas implicadas en el montaje del festival, quien hace apenas un mes señalaba la falta de medios, de material y de personal cualificado para este tipo de celebraciones:
"Se quieren hacer los conciertos que no se han podido hacer en tres años y no hay suficiente material ni personal, las estructuras están hechas para soportar vientos de hasta 90 km/h que es lo que exige la normativa, pero el problema fue que esa noche hubo un pico de 97 km/h que fue lo que derribó el escenario".
Es precisamente este confidente quien nos asegura que antes de la celebración del festival, en la Comunidad Valenciana se había decretado el nivel de alerta amarilla por el que se cerraron casi todos los parques naturales excepto ocho, pero que Medusa no se cerró porque ya estaba en marcha.