Rosi lleva cerca de 30 años sin saber nada de sus hermanos por parte de padre. Lleva toda su vida buscándolos y soñando con encontrarse con ellos para poderlos abrazar y besar. Sus padres se separaron cuando era una niña y nadie quiso hacerse de ella y su hermana. Su padre se volvió a casar y tuvo más hijos.
Cuando creció, regresó a vivir con su padre y su nueva familia, aunque su madrastra no la trataba como a sus propios hijos. A los 18, Rosi se casó para escapar del caos familiar, siguieron manteniendo el contacto pero la herencia de los abuelos trajo solo problemas entre los familiares.
En plató, el reencuentro solo se ha producido con uno de los tres hermanos, Borja. Éste le ha explicado que por su parte no hay problema en retomar la relación, aunque parece que no ocurre lo mismo por parte de sus otros dos hermanos.